Pasaron 6 meses y 8 días exactos hasta que volvimos de esta aventura, del viaje que hacía muchos años soñábamos y programamos.
Al fin se hizo realidad y fue tan perfecto que casi no hay cosas feas para contar y lo que en algún momento fue un problema, se convirtió en anécdota y algunas, hasta graciosas.
Cómo les conté en el capítulo anterior, salimos de Brasil y entramos a nuestro país con un poco de nostalgia de saber que esté viaje se terminaba, pero por eso nos programamos dos cosas más antes de volver a nuestra casa sin ruedas.
La primera fue llegar hasta Chajarí en la Provincia de Entre Ríos y conocer las termas y así pasar unos días más de relax. El complejo cuenta con piletas termales de entre 36 a 41 grados con cascadas, jacuzzis, pileta olímpica, otra inclusiva y también para niños. Un lugar preparado para descansar y pasarla bien, así que nos encantó.
Vista del atardecer en las Termas de Chajarí
En segundo lugar y para coronar el viaje, nos hicimos unos kilómetros más y llegamos a San José de la Esquina en la Provincia de Santa Fe, ahí viven nuestros amigos Rosana, Leo y su hija de cuatro patas, Luna (foto de tapa).
Con ellos nos conocimos en Florianópolis en el 2020 y este año pensábamos encontrarnos de nuevo en playas Brasileras pero, como ellos no pudieron viajar, nosotros fuimos a su encuentro. Dos amigos maravillosos que nos regaló la vida y no podíamos dejar de visitarlos.
Llegamos a su casa y nos recibieron con la alegría de volver a vernos, fueron dos años de llamadas, mensajes y videollamadas sin poder darnos ese abrazo que nos dimos al volver a vernos, con tanto para contarnos.
Todo fue perfecto, Bianca y Luna se conocieron y se llevaron muy bien, mucha comida, un riquísimo asado, charlas, anécdotas y mucha risa.
Nuestra Señora de las Mercedes en San José de la Esquina
Conocimos San José de la Esquina y su Parroquia, Nuestra Señora de las Mercedes, a la cual fuimos a agradecer que nos llevó hasta ahí. Luego de todo eso, con el corazón y la panza llena, emprendimos camino a nuestra ciudad de Olavarría, dónde tanta gente nos estaba esperando, nuestros vecinos nos dieron la bienvenida y al ratito nomás empezaron a llegar nuestras hijas, hijo y nietas, reencuentros muy esperado con abrazos apretados y muchos besos.
Seguimos contando nuestro viaje que hasta ahora nos parece increíblemente hermoso y estamos muy felices, porque fue nuestra primera experiencia de un viaje tan largo los tres solos.
Tenemos tanto para agradecer, y quiero empezar por mí primo, Guillermo Cavia, periodista de este diario, él fue quien a dos días de comenzar esta aventura, me propuso hacer un relato del viaje y así contarles a ustedes nuestras experiencias a través de este diario, semana a semana.
A esa propuesta de escribir, dije inmediatamente que si, sin saber cómo iba a resultar y, si yo sería capaz de transmitir todo lo vivido. Nunca en mí vida hice nada parecido, pero lo tomé como parte de la aventura y con la gran ayuda de Hugo, que me daba datos de los kilómetros que hacíamos, me googleaba información y también me corregía algunas cosas, de ese modo todo se fue haciendo más fácil.
Cada sábado cuando el diario publicaba nuestros capítulos, recibíamos mensajes maravillosos, con mucho aliento para seguir, buena onda y mucha energía, era como una inyección de optimismo, nos sentimos muy acompañados y apoyados por cada uno de ustedes, y los muchos mensajes de preocupación cuando contamos que Bianca se intoxicó y tuvimos que ir al veterinario.
También agradecer a nuestra familia por el apoyo en todo, a mí sobrina Lara y Agustín que cuidaron nuestra casa y a nuestra Gata, a nuestros hijos por las llamadas y videollamadas con nuestras nietas, los mensajes y las llamadas de amigos y familia, con quienes solíamos estar una hora hablando.
¡Gracias, gracias, gracias! Hay una frase que dice: “Hay demasiadas aventuras ahí afuera esperando ser vividas”. Así que ya estamos pensando y programando un nuevo viaje.
Bianca con su amiga Luna
Gracias por haber seguido todos los sábados, En Provincia, esta aventura de Bianca, Fabiana, y Hugo.
Fotografías: Fabiana Dirazar Vecchio – Hugo Sardi.
Corolario de todos los diarios de viaje:
Diario de un viaje: volver a casa, la familia, amistades y un sueño cumplido
Diario de un viaje: nostalgia por dejar ese tiempo de vivir en Brasil
Diario de un viaje: amistades para toda la vida que se logran viviendo
Diario de un viaje: los tres estamos probando comidas extrañas
Diario de un viaje: volviendo de Brasil en estado retrospectivo
Diario de un viaje: regresando en el sueño que vivimos, sin Isla Velha
Diario de un viaje: sin carnaval en Brasil pero acompañados
Diario de un viaje: regresar a paraísos conocidos y al andar descubrir nuevos
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Diario de un viaje: la convivencia viaja sobre ruedas
Diario de un viaje: la aventura de cruzar fronteras
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