¿Hackeamos al humano o salvamos al planeta? La encrucijada tecnológica del siglo XXI

Profesor Por Dr. Luis Sujatovich* –

Si pudieras decidir el rumbo de la tecnología, ¿optarías por mejorar al ser humano sin alterar su relación con la naturaleza, o preferirías transformar esa relación, cuestionando el antropocentrismo, en busca de un vínculo más equilibrado con el entorno? Si elegís la primera opción, te invitamos a comenzar por el próximo apartado. En cambio, si te inclinás por la segunda, podés avanzar directamente al siguiente segmento.

El ser humano mejorado: una introducción al transhumanismo

El transhumanismo es una corriente filosófica y cultural que plantea la posibilidad de utilizar la tecnología para ampliar y potenciar las capacidades físicas, cognitivas y emocionales del ser humano. Más allá de la simple curación de enfermedades, esta perspectiva busca superar las limitaciones biológicas que tradicionalmente hemos aceptado como inevitables.  Originado en el siglo XX, el transhumanismo abre interrogantes fundamentales sobre la naturaleza humana: ¿qué significa ser humano cuando podemos modificar nuestra biología a voluntad? ¿Dónde está el límite ético para intervenir en nuestro propio diseño?  Algunos ejemplos son los implantes que restauran o amplifican sentidos, las interfaces cerebro-computadora que potencian funciones mentales y las prótesis robóticas que se integran cada vez más naturalmente al cuerpo. Sus defensores sostienen que estas innovaciones representan un avance positivo, una oportunidad para superar enfermedades, discapacidades y hasta la mortalidad. Sin embargo, también existen voces críticas que alertan sobre posibles riesgos éticos, sociales y económicos, como la desigualdad en el acceso a estas tecnologías o la pérdida de la diversidad humana. En definitiva, estas transformaciones, ya en curso, nos enfrentan a una pregunta clave: ¿hasta qué punto estamos dispuestos a rediseñar lo que entendemos por ser humano?

Posthumanismo: cuestionando el lugar del ser humano en el ecosistema

El posthumanismo, en contraste, desafía la idea tradicional que coloca al ser humano como el centro indiscutido del universo. Su propuesta principal es superar el antropocentrismo —la creencia de que la humanidad es el actor exclusivo y privilegiado— para promover una convivencia más equilibrada y respetuosa con el planeta. Este enfoque invita a repensar conceptos fundamentales como la identidad y la ética, en un contexto donde los desafíos ambientales y sociales exigen una mirada más inclusiva y sistémica. Por ejemplo, el posthumanismo cuestiona cómo la inteligencia artificial puede integrarse en nuestras sociedades sin reproducir estructuras de dominación, y reflexiona sobre la extensión de derechos no solo a los animales, sino también a los ecosistemas y formas de vida no humanas. Es por eso que nos desafía a abandonar la supremacía humana.

De la elección a la acción: tecnología y ética para la naturaleza

Más allá del recorrido que hayamos elegido en este texto —potenciar al ser humano con tecnología o replantear nuestro lugar en la naturaleza—, hay una certeza ineludible: la condición humana está en una bisagra crítica. La revolución digital no solo transforma la manera en que vivimos, sino también la forma en que coexistimos con el planeta. El verdadero desafío ya no es qué podemos hacer, sino qué debemos preservar. Tecnología, ética y naturaleza son dimensiones inseparables que debemos integrar para construir un futuro donde el progreso no implique ruptura.

*Investigador – Profesor Universitario – UDE – Universidad Siglo 21 –

Fuente de la imagen:https://ellipse.prbb.org/es/humanos-o-posthumanos/