Hallellujah : Lo roto y lo sagrado de Leonardo Cohen

Por Andrés Mazzitelli

La canción “HALLELLUJAH”, escrita por Leonard Cohen en 1984, es un mito en sí misma. Cuando se grabó para el álbum Varius Positions , su productor John Lissauer exclamó en el estudio que era la mejor grabación de sus vidas. Sin embargo el sello Columbia se negó a editarla porque no coincidía con las tendencias  de la época, marcada por THRILLER de Michael Jackson. (Se dice que el entonces director de Columbia Records, cuyo nombre no diré pues merece el olvido más oprobioso, gritó “Qué es ésto?  Ésto no es música Pop! No voy a publicar este desastre!”).

Así, el álbum finalmente llegó al público pero a través de la discográfica independiente Passport Records. Sin embargo, “HALLELLUJAH” pasó sin pena ni gloria hasta que John Cale hizo su versión en 1991, luego Bob Dylan comenzó a cantarla y al cabo Jeff Bucley grabó en 1994 la que por mucho tiempo se consideró la mejor interpretación.

La consagración mundial de la canción vino en 2001, cuando se incluyó en el álbum de la banda sonora de la película “SHREK” cantada por Rufus Wainwright (aunque en la película se escucha la versión de John Cale).

Desde entonces todo el mundo ha cantado la canción de Cohen, que murió en 2016 cuando era candidato al Nobel de Literatura (ya había recibido el premio Príncipe de Asturias a las Letras en 2011).

En el idioma de Cervantes

Como siempre sucede, no podía faltar “Hallellujah” en español.

Nuestra Soledad Pastorutti, por ejemplo, también sumó su versión, tomando la adaptación en español de IL DIVO. Sin embargo, esta traducción ignoró tanto a la original, que se volvió un implacable tamiz en el que quedó atrapada toda la sustancia poética de Cohen, y por ende, la esencia misma de la canción. Da la sensación que quien la adaptó ni siquiera leyó la letra en inglés, y si lo hizo, no comprendió o no quiso que esas ideas perduraran en el pasaje de idioma.

“HALLELLUJAH” en español es bucólica y odiosamente correcta, como si hubiera sido escrita para un acto de escuela primaria religiosa. Y entiéndanme, no tengo nada contra las canciones para actos escolares, yo mismo he escrito unas cuantas, pero no se acerca ni un poco a la obra original. Y es que lo que Cohen escribió  es tan retorcido e interesante!

La canción está construida con 4 estrofas y un estribillo al final de cada una. Veamos la primera de ellas:

Now, I’ve heard there was a secret chord
That David played, and it pleased the Lord
But you don’t really care for music, do you?

Ahora, escuché que había un acorde secreto

que David tocaba y complacía al Señor

Pero a tí la música realmente no te importa, ¿no?”

Hay varias voces de personajes en el texto. En el principio, es Cohen quien habla, y le habla con un toque de risueña ironía al oyente.

David, naturalmente, es El Rey David, el mismo que venció al gigante Goliath.

Y continúa:

It goes like this, the fourth, the fifth
          The minor fall, the major lift           
The baffled king composing Hallelujah

“Va así: el 4to, el 5to, cae al Menor, sube al Mayor

El Rey desconcertado componiendo Hallelujah”

La canción comienza en la tonalidad de DO Mayor. En esa tonalidad los grados de acordes que se presentan son:

1º       2º        3º      4º       5º        6º        7º  

 DO  –  Rem  – Mim – Fa  –  Sol  –  Lam – Sidim

Cohen, ni más ni menos, explica al oyente los acordes que va tocando en el momento exacto que los menciona: Comienza en DO, luego el 4º (FA), el 5º (SOL), cae al menor (Lam), sube al mayor (Fa). “El Rey desconcertado” también es él mismo, puesto que encerrado en una habitación del Royalton Hotel de New York, donde compuso la canción, llegó a escribir 84 estrofas posibles sin lograr decidirse acerca de cuáles usar. Hasta llegó a golpear su cabeza contra el piso, literalmente.

Royalton Hotel de New York

El Rey Pata de Lana

La segunda estrofa es el meollo de la canción:

Your faith was strong but you needed proof
You saw her bathing on the roof
Her beauty and the moonlight overthrew ya
She tied you to a kitchen chair
She broke your throne, and she cut your hair
And from your lips she drew the Hallelujah

Tu fe era fuerte pero necesitabas  una prueba

La viste bañándose desde el techo

Su belleza y la luz de la luna te derrocaron

Ella te ató a una silla de cocina

Rompió tu trono y te cortó el pelo

Y de tus labios dibujó el Aleluya

En esta estrofa no es la voz de Cohen la que habla, sino probablemente la de Dios en persona. Y a partir de aquí no puedo evitar sentirme un poco como comadre de barrio de pueblo chico, sepan disculparme.

Sucede que el Rey David después de una siesta, salió a pasear plácidamente por la terraza de su palacio. Fue desde allí que vio abajo, cerca de su morada, a una hermosa mujer tomando un baño. David quedó prendado de la belleza de la dama, por decirlo de un modo decoroso. Así que envió a averiguar quién era. Le informaron que se trataba de Betsabé, esposa de Urias el Hitita, que era soldado suyo y peleaba en el frente contra los Amonitas, en el asedio de la ciudad de Rabá.

David, aprovechando la ausencia del marido, mandó a llamar a Betsabé al palacio y se acostó con ella. Al poco tiempo, Betsabé le hizo saber al Rey David que estaba embarazada. Fue aquí que, típicamente, las acciones de David frente a esta eventualidad fueron derrapando de mal en peor.

Primero llamó a su comandante en el frente, Joab, y le pidió que le mandara a Urias, el desprevenido marido. Cuando Urias llegó, le dio charla, le preguntó qué tal iba la guerra, que esto, que lo otro, para luego sugerirle que se fuera a descansar a su casa.

La Biblia no lo dice, pero David pretendía cubrir su pecado endosando el embarazo al esposo de Betsabé. Pero sus plan se frustró. Sucede que Urias era muy respetuoso de las tradiciones y una de estas tradiciones decía  que era indigno de un soldado dormir en su casa mientras el Arca de la Alianza estaba en en el frente de batalla en una tienda. Así que declinó con solemnidad  dormir en su casa y por ende con su esposa. David entonces lo invitó a un banquete, lo emborrachó, pero ni así logró que este fiel soldado claudicara.

Así que tuvo que recurrir al PLAN B, que en este tipo de lio, siempre resulta mucho peor que el PLAN A: volvió a enviar a Urias al frente pero con un mensaje secreto para su comandante Joab. En el mensaje, que huelga decir, Urias sin duda no leyó, decía: “Poned a Urías al frente de la batalla, donde la lucha sea más dura. Luego dejadlo solo, para que lo hieran y lo maten.”

Naturalmente, Urias murió en el asedio de Rabá y David ni bien transcurrió el duelo de la viuda, se casó con Betsabé, que no queda claro si ignoraba o no la mortal intriga que había desatado simplemente por bañarse una tarde cerca del Palacio.

Este es el conflicto que aborda la canción. Betsabé le arranca de los labios a David los ALELUYAS que deberían ser para Dios. Estos son los rotos y los sagrados aleluyas de los que habla  Cohen (The holy or the broken Hallelujah).

En la tercera estrofa es Betsabé la que habla.

You say I took the name in vain

I don’t even know the name

But if I did, well really, what’s it to you?

There’s a blaze of light in every word

It doesn’t matter which you heard

The holy or the broken Hallelujah

Dices que tomé el nombre en vano

Ni siquiera se el nombre

Pero si lo hice, bueno, realmente ¿qué quiere eso decir para tí?

Hay un resplandor de luz en cada palabra

No importa cual hayas escuchado

El sagrado o el roto Aleluya

Betsabé, con sabiduría y practicidad de mujer, parada como afuera del conflicto y con una investidura independiente incluso de la fe divina, le dice a David que ella no sabe de Aleluyas, que en todo caso es sólo una palabra, y que no importa tanto si David la pronuncia adorando a Dios (Holy) o en la cama adorándola a ella (Broken).

La cuarta estrofa final es la voz de David rindiendo cuenta de sus actos a Dios:

I did my best, it wasn’t much
I couldn’t feel, so I tried to touch
I’ve told the truth, I didn’t come to fool you
And even though it all went wrong
I’ll stand before the Lord of Song
With nothing on my tongue but Hallelujah

Hice lo que pude, que no fue mucho

No podía sentir, así que traté de tocar

Dije la verdad, no vine a engañarte

Y aunque todo salió mal

Estaré ante el Señor de la Sanción

Sin nada en mi lengua que Aleluya

Colorín colorado

Ese es el final de la canción, pero no el final de la historia. Según la Biblia, después de casarse con Betsabé, David quizás creyó que sus espurias acciones iban a quedar ocultas para siempre. Sin embargo, apareció un profeta, Natán, que valiéndose de un relato metafórico desenmascaró a David en público y expuso su traición y pecado. (Por cierto, en la obra Hamlet, William Shakespeare utiliza un recurso muy parecido cuando el Príncipe Hamlet acusa a su tío, el Rey Claudio de asesinar a su padre, valiéndose de una trouppe de actores que representan un divertimento teatral que en realidad es el asesinato dramatizado).

Solo entonces, cuando el profeta Natán se lo echa a la cara, David pareciera adquirir dimensión de lo terrible de sus acciones, típica ceguera del arrebato de la piel, y cae en una profunda crisis moral y de fe. El hijo de ambos, amargo fruto de esa unión adúltera, cumple con la profecía de Natán y muere al séptimo día de nacer.

Sin embargo, David al final consigue hacer las paces con Dios y continúa con Betsabé, de quién nace, entre otros hijos, Salomón, de cuya descendencia al cabo de 26 generaciones, nacería el  mismísimo Jesús.

Ruinas del palacio del rey David en la ciudad fortificada de Khirbet Qeiyafa.

La extraña adaptación de la letra en español

Aquí podrán leer y cotejar con la original, la adaptación de IL DIVO que cantan todos los cantantes de habla hispana.

Un soldado a casa regresó
Un niño enfermo de curó
Y hoy no hay trabajo en el bosque
De la lluvia

Un desamparado se salvó
Por causa de una buena acción
Y hoy nadie lo repudia
Aleluya

Aleluya…Aleluya…Aleluya…Aleluya

Un ateo que consiguió creer
Y un hambriento hoy tiene de comer
Y hoy donaron a una iglesia una fortuna

Que la guerra pronto se acabará
En el mundo al fin
Reinará la paz
Y que no habrá miseria alguna
Aleluya

Aleluya…Aleluya…Aleluya…Aleluya

Por que la norma es el amor
Y no gobierne la corrupción
Sino lo bueno y lo mejor
Del alma pura

Por que Dios nos proteja de un mal final
Por que un día podamos escarmentar
Porque acaben con tanta furia, aleluya

Aleluya…Aleluya…Aleluya…Aleluya

En algún lugar alguien hoy nació
Y un sueño hoy se concedió
Y ya pasó el eclipse de la luna

Por que esta oración se haga verdad
Y que todo sea felicidad
Y que para la locura, aleluya

Aleluya…Aleluya…Aleluya…Aleluya