Nos fuimos de Tamandaré después de haber visitado otras playas y pasado unos días muy lindos. Llegamos a Maracaípe, pegadito a Porto de Galinhas, como ya sabíamos, por otros viajeros que ahí no se puede llegar con el motorhome hasta la playa, decidimos parar en Maracaípe que ahí si se puede, un lugar maravilloso, con mar calmo, agua turquesa y calentita.
La playa tranquila con poca gente y el señor Dida, que tiene un bar en la playa, nos recibió y nos dijo que nos podíamos quedar ahí sin problemas, también nos dijo que el lugar era muy tranquilo y seguro, así que ahí nos instalamos.
Maracaípe
Caminamos unos 300 metros por la playa y llegamos a Porto de Galinhas, un lugar que nosotros queríamos conocer y nos encontramos con unas playas repletas de personas, uno pegado al lado del otro, mucha gente vendiendo ropa, comida, licuados y caipirinhas, juguete para los niños y todo lo que uno se pueda imaginar, nos quedamos asombrados, todo eso ocurría a 300 metros. Porque esos metros nos daban la tranquilidad total.
Nos parece increíble que mucha gente elige amontonarse y escuchar música de tres parlantes diferentes a la vez, no se a qué se debe, quizás sea parte del consumismo, no lo sé.
Porto de Galinhas
Volvimos a nuestro lugar y no pudimos tener una respuesta a nuestras preguntas acerca de las elecciones de la gente, más en esta época de covid, dónde lo que más nos piden es distanciamiento. Bueno, será que hay personas que les gusta vacacionar así, no es nuestro caso.
Pasamos tres días en Maracaípe, disfrutando mucho de la playa y de pasear por el lugar, seguro será punto de parada a nuestro regreso y pasar unos días más allí.
La vista desde el motorhome
Un tema que nos estaba preocupando era que teníamos que renovar nuestra permanencia en Brasil el 3 de Febrero, en esa fecha se cumplen tres meses que entramos a Brasil y hay que ir unos días antes, nos dijeron que el trámite lo podíamos hacer en Recife y allá fuimos.
Recife es la capital del Estado de Pernambuco, al noreste de Brasil y tiene una población de 1.600.000 habitantes, obviamente era una ciudad que queríamos evitar, pero no nos quedó otra.
El trámite lo hicimos en una oficina de la policía federal que está dentro del Aeropuerto Internacional de Recife – Guararapes, ahí nos dieron unas planillas para llenar y nos dijeron que teníamos que ingresar a una página de internet, completar un comprobante con nuestros datos y que luego con eso teníamos que ir a pagar una taza de 110,44 reales por persona, en pesos Argentinos serían aproximadamente 3,540.- por persona, le preguntamos si alguien nos podía ayudar con eso, porque nosotros ingresando a una página en internet toda en Portugués se veía complicado, así que nos indicó un “Ciber”, dentro del aeropuerto.
En ese lugar una menina nos atendió muy amablemente y con una sonrisa a nuestro pedido de ayuda, luego de obtener el comprobante fuimos a pagar y volvimos con todo a la oficina de la Policía Federal, ahí nos hicieron esperar una hora y salimos con el trámite hecho, tenemos 90 días más para permanecer en Brasil.
La ciudad era un fuego, así que nos dispusimos a irnos de ahí rápidamente y buscar una ciudad donde podamos parar, nos estamos acostumbrando a la brisa del mar.
Ahora estamos en João Pessoa, paramos en una plaza que nos indicó IOberlander a dos cuadras del mar. También aprovechamos para buscar un lavadero y lavar sábanas, toallas y ropa que ya estábamos necesitando, acá en Brasil hay servicios de lavandería donde podes dejar tu ropa y luego la retiras, o también está la opción de ir donde hay máquinas lavadoras y secadoras las cuales funcionan con fichas o directamente tienen un posnet, donde pones la tarjeta de débito pagas y listo. Luego pones la ropa a lavar, esperas 30 minutos la sacas y la pones en la secadora 45 minutos, la doblas y te la llevas, este último servicio es más económico, tiene un costo de 30 reales, que en pesos Argentinos serían aproximadamente 960 – y las máquinas son grandes – así que entra mucha ropa y el otro servicio lo cobran por prenda.
Ya estamos muy cerca de nuestra meta, solo nos quedan 160 km para llegar a Natal, creemos si dios quiere que en el próximo capítulo ya les estaremos contando de la llegada y seguramente de nuestra emoción.
Bianca en la noche serena de Brasil
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Fotografías: Fabiana Dirazar Vecchio
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