
“El mal de San Vito”, o también conocido como la enfermedad de Huntington, es un trastorno genético hereditario que afecta el sistema nervioso, causando movimientos involuntarios, problemas cognitivos y alteraciones emocionales. Históricamente, se le llamó “baile de San Vito” por la similitud de sus síntomas con los movimientos incontrolados de la coreomanía, un fenómeno social de épocas pasadas.
¿Qué es el mal de San Vito?
El mal de San Vito, o enfermedad de Huntington, es una enfermedad neurodegenerativa que se caracteriza por:
Movimientos involuntarios: Los pacientes experimentan movimientos coreicos, que son rápidos, irregulares y repetitivos, afectando principalmente extremidades y rostro.
Deterioro cognitivo: Se producen alteraciones en la memoria, la atención, el lenguaje y otras funciones ejecutivas.
Cambios emocionales y conductuales: La enfermedad puede causar irritabilidad, ansiedad, depresión y cambios en la personalidad.
¿Por qué se llama “mal de San Vito”?
En el pasado, la enfermedad se confundía con la coreomanía, un fenómeno social donde personas bailaban incontrolablemente. La gente creía que estos bailes eran causados por la posesión demoníaca o por la maldición de San Vito, un santo asociado con la protección contra enfermedades y la peste.
¿Cómo se transmite?
La enfermedad de Huntington es hereditaria y se transmite de padres a hijos a través de un gen defectuoso. Si un padre tiene la enfermedad, existe un 50% de probabilidad de que sus hijos la hereden.
¿Qué causa la enfermedad?
La enfermedad de Huntington es causada por una mutación en el gen IT15, que produce una proteína llamada huntingtina anormalmente larga. Esta proteína dañina se acumula en las células nerviosas del cerebro, causando su degeneración y muerte.
¿Hay cura?
Actualmente, no existe cura para la enfermedad de Huntington, pero existen tratamientos para manejar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
En resumen, el “mal de San Vito” es una enfermedad grave que afecta el sistema nervioso y que tiene un impacto significativo en la vida de quienes la padecen y sus familias. Si bien el nombre puede sonar a algo del pasado, es importante recordar que se trata de una enfermedad real que necesita atención y apoyo.