Por Ricardo Jaén* –
La política nos esta ofreciendo uno de los sainetes mas desopilantes que por supuesto jamas se hubiera escrito porque nadie es capaz de imaginar esta serie interminable de situaciones y decisiones tan bizarra.
Veamos.
Hace sólo unos pocos días atrás Cristina, el gobierno, los integrantes de la corte, los analistas políticos, los medios, los principales dirigentes de la oposición coincidían en expresar, en distintos tonos o hacer conocer indirectamente, que no habría pronunciamiento sobre su recurso extraordinario hasta despues de la elección provincial de septiembre a realizarse en la provincia de Buenos Aires.
Cada uno de los mencionados tenían alineados sus intereses para coincidir con esta decisión.
Entonces, ¿Quién la metió presa?
Nadie quiere meterse en ese tema, aunque presumo que todos los nombrados lo saben.
El mapa político cambió, sólo resta ver la cara de Kicillof o el silencio con perdida de la agenda pública por parte del habitual diseño del “mago del…”.
Es claro que nadie tenía previsto un segundo paso.
Vuelta entonces a la pregunta: ¿Quién la metió presa?
No es tema.
Sí lo es el balcón, la tobillera y la maquilladora.
Raro.
Tampoco la mandaron en reclusión domiciliaria, aprovechando que tiene, al menos en el ANSES, dirección en el sur a alguna de sus multiples propiedades que posee como resultado de haber sido una exitosa abogada en Río Gallegos o El Calafate.
Raro.
Lo único que está claro es que en la Argentina no hay nada mas sospechoso, desigual y corrupto que su sistema de justicia.
*Director Académico Cátedra Libre Mariano Moreno. UNLP.
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Fotografía: Archivo web.
