Una escapada a la naturaleza y el mar que se transforma en una salida perfecta

La región de la Costa Atlántica bonaerense ofrece amplias playas arenosas para disfrutar del mar y los deportes náuticos. Sus bellos entornos están rodeados por grandes dunas y una exuberante vegetación. Bosques, cascadas, paseos gastronómicos y termas son algunas atracciones que podés disfrutar durante un paseo de dos días cerca de Mar del Plata.

Día 1: Mar del Plata – General Alvarado – Necochea

A media hora de Mar del Plata, por Ruta Provincial 11, se llega a la ciudad de Miramar, partido de General Alvarado. Allí se puede visitar el Vivero Dunícola Florentino Ameghino, con sus más de 500 hectáreas forestadas de imponentes eucaliptos y varias especies de coníferas que ofrecen un paisaje fascinante. 

El lugar permite recorridos a pie y a caballo, en bicicleta o en cuatriciclo. Durante la visita se destacan el Museo, la Gruta de Lourdes y las zonas de los fogones donde se puede parar a almorzar. Otro imperdible es el “Bosque Energético o Monte Oscuro”, un sitio que por su magnetismo despierta asombro y curiosidad a quienes lo visitan.

Luego del almuerzo, la excursión se extiende hacia Necochea donde el Parque Miguel Lillo, un hermoso pulmón verde y lugar de recreación local que, junto con sus playas, se convirtió en atractivo principal. Otras de las opciones interesantes para visitar son el Balneario Las Cascadas, donde abundan los saltos de agua y piletones naturales, y las Playas de Quequén, una zona balnearia de arenas gruesas, con formaciones rocosas y pequeños médanos.

Al caer la noche, el paseo gastronómico, recreativo y comercial “Puerto Gardella”, ubicado dentro de Puerto Quequén, resulta irresistible por la oferta de platos exquisitos para degustar frente al paisaje del río con sus embarcaciones típicas y escolleras.

Día 2: Necochea – San Cayetano – Mar del Plata 

Para despedirse de Necochea, un buen plan es visitar el Complejo Termas del Campo Médano Blanco. Se trata de un lugar perfecto para la relajación porque sus piscinas con agua termal, los tratamientos naturales de fangoterapia o hidromasajes junto con una carta gastronómica de alto nivel permiten escapar del estrés diario.

Por la Ruta Nacional 228, el viaje sigue en modo descanso. La propuesta es descubrir el Balneario San Cayetano, cuyas características singulares son el paisaje agreste y la tranquilidad que transmite. Explorando sus entornos es posible encontrar naufragios y contemplar la belleza autóctona de la Reserva Natural Provincial Arroyo Zabala.

Al finalizar el día, luego de dos horas de viaje por la Ruta Provincial 88, se llega de regreso a la ciudad de Mar del Plata.