Elvira Yorio: “Los ciento cincuenta años de Thomas Mann”

Tomas Mann nació un 6 de junio hace ciento cincuenta años, y a pesar de que existe un certificado de defunción fechado en 1955, no es aventurado decir que sigue viviendo. Está reconocido como uno de los más grandes escritores a nivel mundial_ más allá de haber obtenido el Premio Nobel_  por la vigencia de su obra a través del tiempo. En todos sus textos campea un minucioso análisis de la condición humana, cuya acción se emplaza en un escenario pleno de conflictos sociales y políticos  en el que tuvo que vivir. Como él mismo lo admitiera, estuvo profundamente influido por Goethe, Schopenhauer y Nietzche. 

Escribió muchos libros perdurables, aunque los más conocidos y traducidos a otros idiomas, sean “La montaña mágica”; “La muerte en Venecia”; “Doktor Faustus”; “Los Buddenbrook” y “Las tablas de la ley”.

“La montaña mágica”, está considerada por muchos como la novela cumbre de este autor. Lo cierto es que, concebida en un principio como una novela corta, se fue poco a poco incrementando hasta alcanzar alrededor de mil páginas. Doce años insumió la escritura de este libro, en el que se entrevé una impronta autobiográfica. Ha sido calificada como un verdadero documento histórico de la medicina del siglo XX. A ello, cabe agregar que los temas que aborda: la enfermedad, la muerte y su incidencia en la existencia humana, tienen agudas proyecciones en la psicología y en la filosofía. También es dable encontrar una ácida crítica histórica y social. En verdad, los problemas que expone continúan vigentes en la actualidad. En efecto, los conflictos de aquellos años durante los cuales se desarrolla la historia, parecen reeditarse en la actualidad (guerra Rusia-Ucrania). Laboriosos ensayos que escribió entre los años 1929 y 1933, lo revelan como un firme opositor al nazismo, razón por la cual se exilió en Estados Unidos y en Suiza. La historia que narra, gira en derredor de un joven que ingresa a un famoso sanatorio para tuberculosos sito en Suiza, con el propósito de visitar a un primo y acompañarlo durante tres semanas. Sin embargo, de alguna manera extraña, es “captado” por la particular atmósfera del lugar, y cuando ya es inminente el regreso a su hogar, a consecuencia de un simple catarro que los médicos aconsejan tratar, se convierte también él en paciente. Su permanencia se prolongará  nada menos que  durante siete años. Desde luego, esa impensada estadía a la que se ve sometido, opera un cambio fundamental en su personalidad. El trato con otros personajes, confiere al protagonista la posibilidad de adentrarse en conocimientos hasta entonces desconocidos para él, que contribuirán a producir un sisma que lo afectará profundamente, otorgándole una definitiva madurez. . No es casual que el escritor haya visitado durante tres semanas a su esposa en un sanatorio similar al de la historia. Pero, a diferencia del protagonista, cumplido ese plazo, regresó a su hogar.   

La aparición de esta novela tuvo una  excelente repercusión en el ambiente  literario, no así  en determinados círculos médicos  que emitieron opiniones desfavorables, dado que en el relato se abordan temas científicos de modo que provocó una crítica acerba. Ello determinó que el autor saliera a la palestra defendiendo  públicamente su posición. En su brillante alegato dice: “La montaña mágica es una crítica social que afecta ante todo al medio médico, al mundo de los sanatorios de lujo de alta montaña, donde se refleja la sociedad capitalista europea de la preguerra”. Más adelante agrega: “La muerte y la  enfermedad no son solamente en La montaña mágica caricaturas románticas, son grandes educadores, grandes conductores de la humanidad”. El tiempo otorgaría la razón a Mann.

“La muerte en Venecia” es un libro que data de 1912. Un renombrado escritor busca refugio en un distinguido hotel veneciano abrumado por sus compromisos, en busca de descanso y  serenidad. Lejos está de suponer que ese viaje trastocaría su vida.  Allí conoce a un joven de catorce años y aun cuando todo lo que logra es admirarlo desde lejos, sin cruzar una sola palabra, se siente irremisiblemente atraído hacia él. Esto provoca una  amarga lucha interior magistralmente descripta, que concluye con la muerte del protagonista.           

 “Doktor Faustus”. Como otros escritores, Thomas Mann se inspiró en el Fausto de Goethe para exponer con crudeza no exenta de una fina percepción psicológica, los conflictos interiores que  atormentan al hombre de todas las épocas y los sinuosos caminos que recorre con la intención de  resolverlos. El protagonista, un genial compositor, se debate entre una enfermedad venérea, una neurosis y la ambición de consolidar su creación artística. El pacto con el diablo se refleja en una contraposición entre la conciencia del artista y su fuego creador. 

“Los Buddenbrook” lleva como subtítulo “La decadencia de una familia”, que por cierto es anticipatorio del contenido de la obra. Se ha dicho, con razón, que esta novela incursiona en temas psicoanalíticos y también de medicina. La narración describe la vida de una distinguida familia alemana durante varias generaciones y, desde luego, todas las contingencias que atraviesa a través de cuatro décadas. Su apogeo y su descenso. Tal vez esta obra sería un excelente material para los estudiosos actuales de las “constelaciones familiares”.  Es la primera novela del escritor y tuvo éxito desde su primera edición. Luego fue traducida a más de treinta idiomas.  También en ella se ha señalado algún rastro biográfico.

“Las tablas de la ley” Es un relato basado en narraciones bíblicas. Concretamente desarrolla la historia de Moisés, logrando un sensible retrato humano de la vocación sagrada que lo lleva a encarnarse como conductor de su pueblo. La visión personal del autor, presenta una prosa rica pero despojada de misticismo y falsa religiosidad.

Tal vez otra prueba de la vigencia de Mann se `verifique a través de las películas que se filmaron inspiradas en sus obras. Luchino Visconti, casi sesenta años después de la publicación del libro, recrea magistralmente la historia que narra “La muerte en Venecia” en un film memorable, con gran suceso de crítica y público que mereció importantes premios. Esa misma obra, en 1973, se convierte en ópera. También “Doktor Faustus”  libro de 1947, es llevado a la pantalla en 1982 y recibe un premio en un Festival Internacional de Moscú. En el mismo año se estrena la película  “La montaña mágica” libro publicado en 1924, y posteriormente “Los Buddenbrooks” primera novela de Mann (1901)_ que Faulkner  calificara como “la mejor novela del siglo XX”_ se recreó en un exitoso largometraje en el año 2008 que tuvo excelente acogida en el Festival del cine alemán .         

La breve recordación de algunas de sus obras tal vez impulse a releerlas, ya que no han envejecido pues su prosa es limpia, actual, y los temas vigentes en su enunciación y tratamiento. Tomas Mann guarda un cierto paralelismo con Hesse, con quien trabó amistad en Suiza y trató epistolarmente durante mucho tiempo. Ambos poseyeron una excepcional cultura, que abarcaba disciplinas científicas y también un apasionado conocimiento de la música, lo cual se revela en las obras de estos geniales escritores.

¡Feliz cumpleaños Thomas!             

Fotografía: Archivo web.