El delfín que le pidió ayuda a un buceador para salvar a su pareja

El legendario buceador italiano Enzo Maiorca estaba practicando el buceo frente a la costa cerca de Siracusa, acompañado de su hija Rossana, quien se había quedado en el bote.

De repente Enzo, sintió algo que lo tocaba suavemente en la espalda bajo el agua. Al darse vuelta, vio un delfín, pero claramente no estaba ahí para jugar. Estaba tratando de comunicar algo.

El delfín se sumergió en las profundidades, y Enzo lo siguió. A unos 15 metros de profundidad, descubrió otro delfín que se había quedado atrapado en una red de pesca abandonada y luchaba por su vida.

Enzo llamó a su hija para que le pasara un cuchillo de buceo y, rápidamente, logró liberar al animal. El delfín, exhausto y cerca de ahogarse, emitió un grito, algo que Enzo describiría más tarde como casi humano.

Un delfín solo puede aguantar la respiración durante unos diez minutos, y este estaba cerca de su límite. Lo ayudaron a salir a la superficie, donde se reveló inesperadamente que era una hembra embarazada. Poco después, dio a luz a su cría, mientras el otro delfín, el padre, nadaba alrededor en el agua.

Luego, nadó hacia Enzo, tocó su mejilla en un gesto que se asemejaba a un beso agradecido, y desapareció con su pequeña familia en el mar.

Después de la experiencia, Enzo reflexionó con las siguientes palabras: “Mientras el hombre no aprenda a respetar la naturaleza y comprender el lenguaje de los animales, nunca se dará cuenta de su lugar legítimo en la Tierra”.

El incidente ocurrió en 2009, un recordatorio de la inteligencia de la naturaleza y nuestra responsabilidad de protegerla.

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