
Sin Sueño
Transcurre esta noche
una de las que me quedan
no sé cuántas.
Mis manos tienen memoria
y vuelven a dibujar algunas letras
para soportar el no saber,
el estigma del que no puedo huir
y que el espejo me recuerda.
Pronto veré en mi rostro
las huellas de esta certeza.
El tiempo no se apiada de mí
me sacude hasta hacer arder los huesos
toma mis súplicas y danza con ellas
en un imparable devenir
de cenizas y estrellas.