Por: Ricardo Jaén. (*) –
Estoy casi seguro que no leyó “El mago del Kremlin” y que no hace mucho no conocía la existencia de Giuliano da Empoli. Quizás sus lecturas habían sido mas locales, Dolli Irigoyen, Maru Botana o la mítica Petrona C. de Gandulfo que ya habitaba con su libro la casa de sus padres.
De redes posiblemente mucho Facebook y no mucho mas.
Eso sí, mucho barrio y ganas de “salir” trabajando tratando de posicionar y vender su mejor producto, su hermano el economista.
Hace ya algún tiempo que desde las ciencias políticas, si es que ellas existieran, nos vienen instalando la idea de que el manejo del poder se aprende, se estudia, se perfecciona desde la teoría y de los grandes pensadores sobre esa materia.
Posiblemente se pueda mejorar, todo siempre es perfectible, pero se tiene o no “el don”.
Una alianza táctica entre un ex presidente en retirada y peor jugador de bridge y una ex pastelera, bastaron para sacar del gabinete al futuro super ministro, casi a tortazos de crema.
El chico maravilla formado con Duran Barba, Derek Hampton, Rodrigo Lugones y Guillermo Garat que pensaba en reunir en el él areas tan sensibles para los negocios como obra pública, energía y relación con los gobernadores, casi que esta afuera de la foto que se difundió oficialmente.
Santiago Caputo es mas empresario que político en sus sentimientos y calcula la acumulación de poder con un sentido de acceso a nuevos emprendimientos. Nunca se lo ha escuchado, mas allá de la fraseología por el inventada para tener una identidad partidaria, esbozar alguna idea política de diseño de país al que aspira, ni si quiera del tipo de CFK cuando en el 2007 puso como ejemplo Alemania.
Evito el chiste por obvio.
Karina lo dejo al asesor estrella “limar” a Guillermo Francos que era “su enemigo secreto” al menos así dicen se refería con sus íntimos a él, pues lo catalogaba como un conservador de la casta, necesario pero prescindible.
La noche del triunfo en clara jugada palaciega le señala a su hermano como el ahora ex Jefe de Gabinete se estaba adueñando de la imagen de “sensatez” del gobierno en detrimento de su figura aprovechando su rol comunicacional formal de la elección y su historica relación con el grupo Clarín.
Con medio guiño de Karina, el mago también avanzó esa noche sobre Francos, pero cometió un error de principiante, se ofreció para el cargo.
A la madrugada del día siguiente de la elección el puesto estaba vacante, la hermana del presidente entonces esbozó la idea que el nuevo Jefe de Gabinete debería ser alguien que nunca opacara la figura presidencial y fuera un empleado de confianza.
El presidente acuerda y le indica a Karina que le proponga.
El mago se impacienta y vuelve a cometer error de principiante y utiliza sus operadores mediaticos para instalarse.
La reacción del “circulo rojo” a esa versión nofue la mejor y el grupo mediático lo hizo conocer discretamente.
Si Milei dudaba, despues de eso, sabe que su amigo y mas intimo asesor, no es el hombre.
Pasamos a las milanesas en Olivos, Macri llega sabiendo que Francos estaba a fuera, el tema es que le blanquean el nombre de Adornis. Allí se da cuenta que su operativo para hubicar su candidato a Jefe de Gabinete, despues que el viernes por la tarde Francos le avisó, se había convertido en una trampa.
De allí su salida con cara de que “me cagaron de nuevo”.
Santiago cuando la ve, es tarde y trata de inventar un super ministerio que era un espejo a la Jefatura de Gabinete. El mismo sabe que “no va andar”.
Pero aún falta el toque maestro, Karina apela a un “profesional” de la política formalmente en el PRO, pero elegido por los hermanos, para Ministro del Interior: Macri no puede no apoyarlo y debe esconder su enojo.
Santiago entiende “el gambito de dama” y sabe que es mate en tres.
Se somete.
¿Fin…?
*Director Académico Cátedra Libre Mariano Moreno. UNLP. – Colaboración para En Provincia.
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Fotografía: Archivo web.
