László fue un inventor húngaro. Más tarde obtuvo la nacionalidad argentin. A László se le atribuye la invención del bolígrafo. Entonces era periodista. Precisamente, comenzó a investigar sobre el bolígrafo debido a los problemas que le daba su pluma estilográfica. Se atascaba a menudo.
Su prototipo de bolígrafo no era perfecto pero podía funcionar. László vendió la licencia a la empresa francesa BIC. Ésta, en 1950, lanzó su primer modelo: el BIC Cristal. Así es como comienza la historia del bolígrafo Bic Cristal. En Argentina, al bolígrafo se lo conoce precisamente por el nombre de su inventor: Birome.
La empresa francesa Société PPA (Porte-plume, Porte-mines et Accessoires), es decir, bolígrafos, portaminas y accesorios es fundada en 1945 por Edouard Buffard y Marcel Bich.
Más tarde, Marcel Bich contrató a Raymond Savignac como publicista. A a él le debemos el nombre del bolígrafo Bic. En 1953, Savignac convenció a Marcel de que tenía que acortar su apellido, si quería usar este como marca comercial. Y así lo hizo.
Si te paras a observarlo, la forma del BIC Cristal te va a recordar a un lápiz de grafito. Y no es casualidad. La forma del típico lápiz de madera sirvió de inspiración para el diseño del bolígrafo BIC.
La ventaja que tienen los bolígrafos de cuerpo hexagonal frente a los cilíndricos es que ofrecen una mejor sujeción.
Tal vez no todos los usuarios del BIC Cristal se preguntan qué sirve este agujero pero, probablemente, la mayoría de ellos recuerdan haberlo visto.
Este pequeño agujero, que se encuentra en el lateral del bolígrafo, sirve para igualar la presión del aire ocluido en el interior del bolígrafo con la presión atmosférica. ¿Con qué objetivo?
Esto permite la escritura en ciertos lugares, por ejemplo, en la cabina de un avión. Además evita que la tinta se salga debido al aumento de la presión atmosférica. En la actualidad, muchos otros bolis usan esta técnica para evitar los derrames de tinta.
Se cuenta que a László Bíró se le ocurrió usar una bola mientras observaba a unos niños jugando a la pelota. Se dio cuenta de que el balón, tras pasar por un charco de agua, dejaba un rastro al rodar.
Fabricar esferas de tamaño tan reducido era algo muy difícil en los años 40. Precisamente, la mayoría de los prototipos de Bíró no tuvieron éxito debido a este motivo.
Para superar esta limitación técnica, Bic investigó una tecnología suiza capaz de fabricar piezas diminutas. Con esta técnica era posible fabricar piezas metálicas con una precisión de una centésima de milímetro.
De esta manera, Bic pudo fabricar una esfera de acero inoxidable de apenas 1 mm de diámetro para su bolígrafo BIC Cristal. Posteriormente, la bola de acero se cambió por una de carburo de tungsteno. Un metal mucho más duro y resistente al desgaste.
Otro de los problemas por los que el bolígrafo de Bíró no logro el éxito comercial fue la fuga de tinta.
La esfera de un bolígrafo debe retener la tinta del depósito. De tal forma que ésta no escape. Pero, además, debe cumplir su función principal. Es decir, tiene que girar libremente para poderse impregnar de tinta y llevar esta al papel.
Además de que manchaba las manos, el prototipo de Bíró tenía otro problema. Era necesario recargar su tinta. Es decir, precisamente uno de los inconvenientes de la pluma estilográfica.
Por otro lado, si la tinta era demasiado viscosa se podía obstruir. En cambio, si era demasiado líquida se escapaba del bolígrafo. Marcel Bich tuvo que realizar varias pruebas hasta dar con la tinta idónea.
Posiblemente, los que hayan usado bolígrafos BIC Cristal anteriores a 1991 recuerden que su tapa original no tenía orificio en la punta.
El nuevo agujero de la tapa se añadió en 1991 por cuestiones de seguridad. Concretamente, para evitar la succión del capuchón por los niños. Además, también se argumentó a su favor, que en caso de ser tragada la tapa, el agujero permite el paso del aire, reduciendo así el riesgo de asfixia.
En 2004, la compañía Francesa Bic alcanzó la cifra de cien millones de bolígrafos BIC Cristal vendidos.
Y estas han sido nuestras anécdotas sobre la historia del bolígrafo BIC Cristal. Posiblemente, uno de los principales responsables de la desaparición de la pluma estilográfica como elemento de escritura cotidiano.
Siempre listo para escribir. Con tinta viscosa basada en aceite que no traspasa el papel. Económico, funcional y de larga duración. Estas son las características que han hecho del BIC Cristal el bolígrafo más vendido del mundo. Puedes averiguar más detalles sobre la historia del Bic en Cuaderno de Cultura Científica.
Fuente: https://www.ofistore.com/blog/historia-del-boligrafo-bic-cristal/