“Mickey: La historia de un ratón”, filme documental dirigido por Jeff Malmberg que repasa el extenso recorrido, la evolución y las profundas influencias en la cultura popular de ese emblemático personaje que se transformó en sinónimo de Disney desde su primera aparición en la pantalla grande, puede verse en su 94to. aniversario, en la plataforma de streaming Disney+.
“Muchos de nosotros pensamos que Mickey todavía está vivo. Es genial poder abordarlo otra vez, es un personaje muy querido y muy divertido de animar, lo disfrutamos siempre, en cada oportunidad”, aseguró en diálogo con Télam y otros medios internacionales el animador y realizador Eric Goldberg.
De camisa estampada con un sinfín de imágenes del ratón y cómodo en su propio estudio, con su tablero de dibujo y mundillo de lápices de fondo, Goldberg -codirector de las recordadas “Pocahontas” (1995) y “Fantasia 2000” (1999)- recibe sonriente a la prensa como un verdadero fanático del protagonista de la película para conversar sobre su participación en el proyecto, en el que es una de las principales voces que guían el homenaje.
Es que el artista fue, junto a sus colegas Randy Haycock y Mark Henn, uno de los responsables de retomarlo para el cortometraje “Mickey in a Minute”, que mediante una dinámica y fluida estructura mira hacia atrás para destacar los momentos más notables de la trayectoria de ese símbolo, que tuvo su debut cinematográfico en 1928 con “Barco de vapor Willie”, donde también el público conoció a su eterno interés romántico, Minnie.
“Queríamos hacer una pieza que cubriera lo mejor posible la ilustre carrera de Mickey, y la concebimos con la idea de que fuera aspirado por un vórtice al pasado, a sus grandes éxitos. Queríamos asegurarnos de que saliera bien, de que estuviera dibujado de la manera correcta, que se moviera de la manera correcta en relación a cada una de sus etapas, que se sintiera como el de cada período”, explicó Goldberg sobre su trabajo.
El cortometraje es entonces la raíz de “La historia de un ratón”, que hace lo propio en forma de documental para volver a sus orígenes y a su creación, imaginada por Walt Disney en un arrebato de desesperación creativa y económica y casi como un desprendimiento de su propia personalidad en forma de simpático dibujo animado.
Desde allí, la cinta da cuenta de la dimensión global que adoptó el fenómeno Mickey Mouse con el tiempo, desde el significado que construyó para lo que hoy es el conglomerado de entretenimiento más grande del mundo hasta el poderoso vínculo con las audiencias que sostiene a nivel intergeneracional y, también, aquellos baches y episodios moralmente cuestionables de su carrera que Disney -bienvenido sea- elige revisar y no ocultar.
Las maneras en que reflejó y se desarrolló en función de los muchos climas y escenarios políticos del siglo XX, las veces en las que se transformó en representante de la visión estadounidense del mundo y la cultura, las otras tantas en las que fue adoptado por movimientos artísticos alternativos e incluso sus caídas y renacimientos son parte de esta propuesta, que permite pensar y repensar todos los sentidos asociados a Mickey por fuera de sus títulos en pantalla grande y chica.
“Una de las cosas en las que Disney triunfa década tras década es en crear personajes con los que querés pasar tiempo, y eso es lo que los hace memorables. Los crearon, y espero, los creamos, de una manera única, en la que no podrían ser ningún otro personaje. La forma en que suenan, en que se mueven, que actúan. Buscamos que todos nuestros personajes sean únicos y atractivos”, explicó Goldberg sobre la enorme lista de clásicos animados de la compañía, deudora de su éxito a la aparición de Mickey en el panorama.
En esa línea, consideró que “todos podemos relacionarnos con Mickey”. “Él no es perfecto, tiene las mismas falencias que tenemos los seres humanos, y de alguna manera también compartimos sus triunfos. Gran parte de eso tiene que ver con la forma en que se mueve, porque realmente muestra su personalidad. Es la forma en que hace las cosas lo que lo hace parecer ingenioso, inventivo, juguetón, y siempre es una alegría mirarlo”, afirmó sobre ese particular poder de influencia del personaje.
“Eso es lo que lo hace ser quien es, y explica por qué la gente, a lo largo del tiempo, sigue disfrutando de verlo. Intentamos no encasillarlo como si fuera sólo para niños. No lo es, es para todos. Y creo que si empezás a recordar memorias de Mickey de cuando eras chico, él todavía sigue ahí. Si podemos hacer cosas nuevas con él, va a estar presente mucho tiempo más”, concluyó.