
Por Jorge Zanzio –
Día 2:
Al igual que en Argentina muchos de los empleados administrativos con los cuales tenemos que realizar trámites burocráticos son intolerantes, pero supongo que el ánimo se debe a que los argentinos cobran sueldos magros, y los cubanos, mucho peor. Conclusión: es justificable el ánimo apático; ¿qué agregar?
El departamento en un primer piso en el barrio del Vedado que nos alquila una mujer muy amable llamada Maira, es cómodo, luminoso, y relativamente barato. Se accede subiendo por una escalera externa que da a un patio cubierto, lleno de plantas en donde hay tres puertas de madera pintadas de blanco; cada una da a diferentes viviendas: la de la dueña, y las dos en alquiler.
Nuestro hijo se alegra porque tiene un televisor de treinta y dos pulgadas para ver los dibujitos, también un sofá grande en donde desplegar su corta anatomía y así, cómodamente, consumir su placer audiovisual.
Joaquín y Mercedes en la playa 16
Por primera vez ingresamos en el mercado de verduras; en ese comercio el turismo masivo no suele llegar. Y a pesar de nosotros no pronunciar una sola palabra queriendo disimular nuestra identidad foránea, es inútil, quedan muy a la vista los genes germanos de mi compañera, los italianos míos, y el pelo amarillo de nuestro hijo no colabora con el camuflaje.
En el barrio, lejos del centro turístico, y ya más que clara nuestra posición de extranjeros, igual podemos comprar y pagar con CUP, pesos cubanos que para nosotros es mucho más barato que pagar con CUC, el peso convertible. (Más tarde el gobierno cubano confirmaría la eliminación del CUC sacándolo de circulación el día 1 de enero del 2021).
En la Habana, el primer contacto que tenemos con el mar es en la playa 16; para nuestra sorpresa, además de ser poco atractiva, atrapada entre las piedras, y acariciada por el agua salada del Atlántico Norte encontramos una batería de auto; otro golpe a la ecología. Mercedes y yo cruzamos miradas sin decirnos nada; la procesión va por dentro.
La ciudad maquillada con muchos colores pasteles tiene una gran belleza de mujer mayor, poco cuidada, pero que aún reverbera un esplendor sensual.
Seguí cada sábado este diario de viaje por la Isla de Cuba.
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Año 2013. Diario de Cuba (una vueltita por la historia), parte I