Víctor y su experiencia “única” de enseñar en la escuela del fin del mundo

Por Lorena Vázquez para la agencia de noticias Télam

Víctor Navarro Zalazar es maestro en la Escuela N°38 “Presidente Raúl Ricardo Alfonsín” de la base antártica Esperanza.

El docente Víctor Navarro Zalazar describió como “única” la experiencia de enseñar en la Escuela N°38 “Presidente Raúl Ricardo Alfonsín”, la más austral del mundo, que reúne todo los años a los hijos de científicos, personal de las fuerzas armadas, técnicos y civiles que viven temporalmente en la base antártica Esperanza.

Navarro Zalazar describió a Télam Radio la dinámica y modalidad educativa que llevó adelante durante 2020 en la escuela mencionada: “educar en la Antártida para mí fue algo muy lindo. Fue algo hermoso, fue una experiencia única, que al principio, cuando nos inscribimos, era todo un desafío porque no conocíamos mucho cómo era trabajar allí”.

“Si bien teníamos comentarios de nuestros colegas, que ya habían invernado en la base, para nosotros era todo un mundo nuevo que se abría en ese momento y, la verdad, es una experiencia maravillosa, que hizo que repitamos y volvamos por segunda vez”.
El docente añadió que la 38 “es una escuela de modalidad rural, por la ubicación en que se encuentra y por la matrícula, son pocos alumnos. Nosotros, enseñamos en plurigrado o multigrado”.

“Esto significa que todos los alumnos comparten un mismo espacio físico, el aula, y que el contenido que nosotros enseñamos se va complejizando de acuerdo al grado en que se encuentra cada alumno”, abundó.

“Así, para planificar las clases, para enseñar, tenemos que ir haciéndolo de acuerdo al grado en el que va cada alumno (…) vienen chicos de distintas partes del país, entonces nosotros vamos adecuándonos y viendo el contexto del que viene para poder llevar adelante nuestras prácticas”, describió.

Respecto del particular contexto geográfico, Navarro Zalazar añadió que él y su esposa, que lo acompañó en la tarea, aprovechan el lugar “al máximo, ya que en la Antártida se dan fenómenos que no se ven en otras partes del mundo, así que tratamos de que los chicos se lleven eso al regresar al continente, como nosotros decimos”.

Sobre la particularidad de ejercer la docencia en el contexto del coronavirus, el docente señaló: “la pandemia produjo cambios en el proceso de alfabetización de nuestros alumnos, ya que fue un desafío tanto para los docentes, los alumnos y las familias. La virtualidad fue algo nuevo para todos, a la que nos fuimos adaptando y pudimos llevar adelante el ciclo lectivo 2020 (…)
seguramente trajo cosas positivas y negativas, algunas van a quedar y otras no”.

Respecto de la perspectiva para este año, Navarro Zalazar augura “que se pueda regresar a las aulas, ya que es algo muy importante, no solamente en cuanto a contenidos, sino a la parte social, ya que nuestros alumnos van a poder compartir con sus pares, van a poder jugar, van a poder socializar, que es algo súper importante.