Las lógicas de consumo y participación del audiovisual: un particular regreso a la Edad Media

Profesor Dr. Luis Sujatovich – UDE – UNQ –

Los desafíos de  Tik Tok proponen un regreso a lógicas de consumo de la Edad Media. La repetición de un mismo chiste, ejercicio o escena, ponen de manifiesto que la autoría no es importante, sino el goce que supone la experiencia de realizarlo. Por supuesto que también podría postularse que refuerza el sentido de pertenencia a un grupo, a una generación, a una práctica cultural. Algo semejante sucede con la vestimenta, dado que es posible distinguir a la juventud por las prendas y el calzado, sin que nadie se proponga distinguir quién es el diseñador de esa moda. Tengamos en cuenta que durante los siglos V hasta el XV las obras de arte los artistas tenían una condición social muy modesta y por lo tanto, no tenían la posibilidad de firmar sus obras, eran apenas artesanos que formaban parte del bajo pueblo. Sus obras, en consecuencia, si tenían la virtud suficiente para que algunos nobles posaran su atención sobre ellas, se aprovechaban sin ninguna preocupación respecto a quién la había elaborado. La autoría no daba derechos de posesión ni usufructo.

La invención de la imprenta en 1450 tampoco significó, al menos durante los primeros cien años, una situación muy diferente. Miguel de Cervantes Saavedra, autor de Don Quijote, refiere en la segunda parte de la historia, su perplejidad cuando advierte que una copia de su obra, pero con diferencias en los personajes circulaba mucho por España y no faltaba quien supusiera que ésa era la original. A la multiplicidad de producciones que una obra puede habilitar, si es estimada, deberíamos aunarle la creciente participación de sujetos anónimos que acceden a las plataformas y a la vez que miran, construyen sus versiones y las comparten. Suárez Bonilla en su artículo Gramáticas Audiovisuales para plataformas celulares, también ofrece una articulación entre las particularidades contemporáneas y ciertos cambios estilísticos y temáticos investigados por la historia del arte: “este nuevo contexto de la creación audiovisual sobre plataformas móviles me recuerda una dinámica que revolucionó la pintura clásica: frente a los cuadros de personajes históricos, míticos y religiosos se erigieron los de las personas comunes y corrientes. Esta es la ruptura de la pintura del siglo 17, inaugurada en Holanda. De esta mutación, surgirá la posibilidad del encuentro de la pintura con la cotidianidad. La cotidianidad se vuelve principio organizador del cuadro, cuando antes no era considerada así, pues debía poseer alguna imagen santa o noble”.

La rutina como escenario de la enunciación, las personas sin renombre ofrendando su intimidad y la dinámica de aprovechamiento que prescinde de las preocupaciones por la propiedad intelectual, constituyen una tríada de abordaje analítico que podría ofrecernos algunas huellas de interpretación que eviten las negativas conclusiones a las que arriban quienes no participan, pero que juzgan con implacable autoridad. La incesante reiteración de desafíos, como la publicación del mismo meme, como los chistes, parece establecer una comunicación que pone su valor en la reacción que busca generar más que en destacar las virtudes del dueño. Es un loable motivo para participar.