La viuda de Navalny y lideres occidentales acusaron a Putin de “matar” al líder opositor ruso

“Continuaré el trabajo de Alexey. Continuaré por nuestro país, con ustedes. Les pido a todos que estén a mi lado”, dijo desde Bruselas Yulia Navalnaya, que denunció que a su marido “no lo pudieron quebrar, por eso Putin lo mató”. 

La viuda del opositor ruso Alexey Navalny, fallecido la semana pasada en una prisión del Ártico, acusó este lunes al presidente de Rusia, Vladimir Putin, de “matar” a su marido y anticipó que continuará la lucha del activista.

“Hace tres días, Vladimir Putin mató a mi marido, Alexey Navalny. Putin mató al padre de mis hijos”, afirmó Yulia Navalnaya en un video publicado en redes sociales horas antes de reunirse con los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea (UE) en Bruselas.

Navalnaya, que no había visto a su esposo en dos años, ya había acusado ayer al mandatario ruso de ser “personalmente responsable” de la muerte de su marido y pidió a la comunidad internacional a unirse para derrocar el “régimen aterrador”.

“A mi marido no lo pudieron quebrar, por eso Putin lo mató”, afirmó la viuda.

“Continuaré el trabajo de Alexey. Continuaré por nuestro país, con ustedes. Les pido a todos que estén a mi lado”, declaró.

“Hace tres días, Vladimir Putin mató a mi marido, Alexey Navalny. Putin mató al padre de mis hijos”

Las acusaciones de la familia

 Desde hace tres días, sus familiares, que también acusan al Kremlin de haber asesinado a Navalny y de querer ocultar las huellas de sus acciones, intentan sin éxito poder ver sus restos.

La madre de Navalny, Luidmila Navalnaya, aún no pudo ver el cuerpo de su hijo, según informó el equipo del activista opositor al Kremlin.

La vocera del opositor, Kira Yarmish, afirmó que las autoridades rusas “mienten” para “ganar tiempo”.

Según Yarmish, el Comité de Investigación, encargado de las investigaciones penales en Rusia, afirmó que la indagatoria sobre la muerte de Navalny “se ha prolongado”.

Horas más tarde, Yarmish dijo que los investigadores rusos examinarán al cuerpo durante al menos “14 días”.

“Este ‘análisis clínico’ de catorce días es una burda mentira y una burla”, señaló en un comunicado en la red social X.

Yulia Navalnaya junto a Joseph Borrell Foto AFP
Yulia Navalnaya junto a Joseph Borrell. Foto: AFP
El comunicado del Kremlin

El Kremlin confirmó por su parte que la investigación “sigue en curso” y no ha llegado a ninguna conclusión “por el momento”.

“Se efectúan todos los procedimientos previstos por la legislación”, dijo a la prensa el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov.

Peskov consideró “inaceptables” las declaraciones de líderes o funcionarios de otros países acusando al Gobierno ruso o a Putin de matar a Navalny.

Según Evgeni Smirnov, abogado de la ONG especializada Pervy Otdel, los investigadores pueden retener legalmente hasta 30 días el cadáver de una persona muerta en prisión.

Pero, incluso después de este periodo, las autoridades pueden decidir abrir una investigación criminal y conservar los restos “todo el tiempo que quieran”, detalló.

Foto AFP
Foto: AFP
Las reacciones en Occidente

 La muerte de Navalny desató una ola de conmoción e indignación en Rusia y Occidente.

Navalnaya fue ampliamente aplaudida en Bruselas, durante su breve alocución en una reunión de los ministros de Relaciones Exteriores de la UE.

“El gran responsable es el propio Putin”, afirmó antes de la reunión el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, en una contundente muestra de apoyo a Navalnaya.

Borrell también había dicho que esperaba que durante la reunión, los estados de la UE propusieran nuevas sanciones a los responsables directos por el trato reservado a Navalny.

“Tenemos que enviar un mensaje de apoyo a la oposición rusa”, dijo Borrell a periodistas al llegar a la reunión ministerial en Bruselas, y agregó que la UE proponía cambiar el nombre de régimen de sanciones por violaciones a los derechos humanos, con el nombre del opositor ruso fallecido.

Por su parte, la ministra de Relaciones Exteriores alemana, Annalena Baerbock, dijo que los ministros “iniciarían nuevas medidas restrictivas” por el caso Navalny.

A su vez, el Ministerio de Relaciones Exteriores alemán convocó al embajador ruso tras el fallecimiento, declaró el lunes una portavoz del gobierno. También hicieron lo mismo Suecia y España.

En paralelo, desde Washington, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que su Gobierno estaba “considerando” aplicar nuevas sanciones contra Rusia tras la muerte de Navalny.

“Ya tenemos sanciones, pero estamos estudiando sanciones adicionales”, respondió Biden a preguntas de periodistas, días después de señalar a Putin como “responsable” de la muerte del opositor ruso.

Biden, la UE y otros aliados occidentales ya han impuesto sanciones sin precedentes para frenar las acciones de Moscú en la guerra con Ucrania, aunque no han logrado detener el conflicto.

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Foto: AFP

El expresidente estadounidense Donald Trump, que aspira a volver a enfrentar a Biden en las urnas en las elecciones presidenciales de noviembre, y que es admirador de Putin, rompió y el silencio sobre la muerte de Navalny, aunque evitó señalar al presidente ruso como responsable.

“La repentina muerte de Alexei Navalny me ha hecho cada vez más consciente de lo que está sucediendo en nuestro país. Es una progresión lenta y constante, con políticos, fiscales y jueces corruptos y de izquierda radical que nos llevan por el camino de la destrucción”, dijo el empresario republicano en su red social Truth Social.

Cómo murió Navalny

Navalny, el principal adversario del presidente Putin, murió el viernes pasado a los 47 años en la cárcel del Ártico en el distrito autónomo de Yamalia-Nenetsia.

Según los servicios penitenciarios rusos (FSIN), el recluso comenzó a sentirse mal y se desmayó tras dar un paseo.

Los médicos de la prisión acudieron de inmediato a prestarle asistencia, pero no reaccionó.

Según una fuente de la televisión local, el reo falleció por un trombo.

Navalny se había vuelto muy popular por sus denuncias de los supuestos casos de corrupción bajo el Gobierno de Putin.

En agosto fue condenado a 19 años de prisión y hasta mediados de diciembre estuvo detenido en una cárcel de máxima seguridad cerca de Moscú hasta que fue trasladado en diciembre a Jarp, en el Ártico.

En enero de 2021 fue detenido al regresar a su país tras recuperarse en Alemania, donde fue hospitalizado tras ser víctima de un envenenamiento y su salud llevaba meses deteriorándose.

Navalny acusó sin pruebas a Putin de haberlo envenenado, algo que el Kremlin siempre negó.

Durante su reclusión pasó unos 300 días en una celda disciplinaria, en duras condiciones de aislamiento.

Desde su arresto fue condenado a altas penas de cárcel tras ser acusado de “extremismo” y “fraude”.

Putin, que nunca nombró a Navalny por su nombre, no hizo ningún comentario sobre su muerte, que ocurrió un mes antes de las elecciones presidenciales rusas en las que previsiblemente el dirigente se mantendrá en el poder con un nuevo mandato de seis años.

Fotografías: Agencia Télam.