José Luis Landet y una obra visual que combina teatro con humor

El artista José Luis Landet, que inaugura su muestra “La visión detrás” en el Parque de la Memoria con obras que a partir de “deshechos sociocultural”, crea narraciones, memorias e identidades e incorpora la improvisación teatral como generador de otros recorridos ficcionales, de la mano del colectivo “La bomba de humo”.

“La muestra reúne una serie de piezas que marcan líneas de investigación que vengo trabajando hace unos 15 años sobre los desechos socioculturales, el trabajar con la mirada de los otros, no solo en producciones artísticas, sino también editoriales”, dice Landet en diálogo con Télam.

En la primera sala ubica dos instalaciones a las que llama “Estructuras sólida blanda” pensadas para el Parque de la Memoria donde incorpora mamparas usadas, del espacio: “siempre me imaginaba qué pasa con esto de darle la espalda del río, pero justo un Memorial que no lo hace, con nombres apellidos, con toda esta historia que muchos la niegan también”, entonces lo resuelve con un gesto escultórico que es como “meter la mano al río y sacar estas estructuras como algo arqueológico, donde emerge algo de lo real”, si se quiere”, expresa sobre una obra que contiene objetos que sumerge en pintura negra, que chorrea, tapa y por sobre todo revela, como en la instalación de la sala contigua realizada sobre las hojas de los 32 tomos de los escritos de Lenin que le donó un coleccionista amigo: “Durante mucho tiempo desarmé cada tomo y sumergí las hojas en pintura para ver qué es lo que queda al azar y qué nos dice en el presente”.

¿Y qué nos dice? “Bueno, cuando están los actores ellos improvisan y sacan un metatexto de ´Ensayo para partitura L´”, explica.

También despliega unos 140 cuadros pequeños de una serie de 200 a los que llama “triadas”, que son “una suerte de desclasificación de las enciclopedias en tanto mirada universalista, direccional, de derecha también”, y agrega que “hoy tenemos internet, a Google como buscador, pero en ese momento era la enciclopedia”.

“Entonces a modo casi de juego empecé a recortar todas las imágenes de estas enciclopedias, las mezclé” y por medio del tai chi o entrecerrando los ojos, sin mirar, fue seleccionado tres imágenes “como al tanteo” con las cuales armó un collage que narraba algo y completó con títulos extractados de una enciclopedia que obtuvo luego de preguntar en el buscador: “¿Qué piensa la ciencia actual del cosmos?”

“Lo primero que me pareció en ese momento fue una enciclopedia de 70 tomos impresos, cosa que me llamó la atención”. De allí es que recortó títulos y subtítulos, y los asoció al azar con los cuadros de “deportivas, culturales, bélicas, de todo lo que comprende el mundo, los sujetos, lo más historicista”, y los títulos como “La nube y el polvo cósmico” o “Efectos y comportamientos”, responden a otra necesidad de sentido donde el universo fuera el observado y otorgara otra mirada sobre lo terrestre. Una serie que completa con libros que compilan estos fragmentos de historia.

Landet propone otras narraciones sobre “los desechos socioculturales, todo lo que ha tenido una producción, distribución y un consumo en el sujeto social”. Por ello afirma que durante mucho tiempo se enfocó en los pintores amateurs con sus representaciones de paisajes bucólicos, románticos de “mirada academicista, eurocentrista”.

Becado por el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca) mexicano estudió esta presencia de obra en México, Colombia, Brasil, Perú, Argentina, llegando a la conclusión de que “todas las pinturas de estos pintores eran iguales, y que faltaba lo identitario, que diera cuenta del crisol regional”.

Como operación, Landet adquiere este tipo de pinturas y deconstruye la materia. Por ejemplo, en la obra “Horizontes de firmas” pone sobre una franja de color “río” en la pared blanca, un continuo de esas firmas pintadas sobre telas que pasan a primer plano. Pinturas fechadas entre 1940 y 1970 en una distancia temporal buscada desde “la Segunda Guerra Mundial, que le hace interrogarse sobre “cuál fue el comportamiento humano latinoamericano, y los 70 con los movimientos de izquierda latinoamericanos”, aclara. Y de algunas de estas firmas, surgieron esos cinco personajes muy especiales hecho obra.

Sin embargo, otras obras responden a sus series “Descripción interpretación” con obras de arte realizadas por personas, ilustradas y luego retrabajadas desde el collage usando viejas pinturas, como una autoría compartida, que es parte de su firma autoral. También está “Nueve lenguaje”, que responde a un novísimo abecedario cuyos ideogramas surgen de tomar banderas de países latinoamericanos, desarmar sus símbolos, trabajar con las siluetas de residuos, que introducen un alfabeto otro que dará incluso lugar a Haikus, -trabajado desde lo teatral- o libros recortados en su espesor con estás formas y luego rellenados de cemento “como negación de ese saber universalista”.

Como parte de su proceso creativo, explica Landet, “dentro de la solemnidad o la cosa críptica y oscura de mi trabajo” trabajar con el colectivo de teatro apareció el humor, “y fue automático, empezó a meterse el humor y apareció el color”, cuenta este artista que da clases de análisis de obra e introduce ejercicios de improvisación aprendidos, y se ve interpelado cada vez más por el teatro.