Gustave Eiffel: el hombre que hizo en Francia construcciones de belleza

La torre no es la única creación de Gustave Eiffel. Este apasionado y auténtico genio ha sabido superar sus propios límites para legarnos monumentos como la Cúpula del Observatorio de Niza, la estructura metálica de la Estatua de la Libertad o incluso el Puente de Hierro de Burdeos.

Ingeniero de formación, Eiffel fundó y desarrolló su empresa especializada en carpintería metálica, cuyo mayor logro fue la Torre Eiffel. Dedicó los últimos treinta años de su vida a la investigación experimental.

Nació en Dijon (Francia) en 1832. Terminó sus estudios en la Escuela Central de las Artes y las Manufacturas en 1855, el mismo año de la primera gran Exposición Universal celebrada en París.

Después de pasar unos años en el Sudoeste de Francia, donde supervisó las obras del importante puente ferroviario de Burdeos, en 1864 se instaló por su cuenta como “constructor”, es decir, como empresario especializado en la carpintería metálica.

Su magnífica carrera como constructor se vio marcada por la obra del viaducto sobre el río Duero, en Oporto, más tarde por la del Garabit en 1884, así como por la estación de Pest en Hungría, la cúpula del Observatorio de Niza y la ingeniosa estructura de la Estatua de la Libertad, antes de culminar en 1889 con la Torre Eiffel. Esta fecha marca el final de su carrera como empresario.