
El observador errante –
La envenenadora María de las Mercedes Bernardina Bolla Aponte pasó 16 años en la cárcel por la sentencia en “Asesina Serial” en -al menos tres casos- de envenenamiento de personas con el “propósito de encubrir algunas estafas” que había cometido. Se la conoció como YIYA MURANO.
Al observador no le consta la veracidad de la información, y, menos ahora a casi siete años de su muerte el 26 de abril de 2014.
Si tales acciones fueron llevadas a cabo por Yiya, y la penalidad impuesta fue correcta… no hay nada para discutir.
Lo que llama a discutir el observador es el envenenamiento serial, diría masivo, constante y presuntamente eterno al que estamos sometidos los Argentinos por acción directa y consciente de la mayoría de los medios de comunicación y las redes sociales.
Los principales medios nacionales dan la impresión de ser una asociación ilícita dedicada a envenenar a sus audiencias (generalmente cautiva), a causa que -habiendo opciones mejores, no son parte de la grilla de los “cables de TV en todas las formas y marcas”.
No son menos o más culpables los gobiernos que permiten y en algunos casos alimentan o alimentaron la difusión de noticias sesgadas o directamente falsas (fake-news).
Los gobiernos y los medios son socios en “emperadores del circo contemporáneo”, y someten a la población a todo tipo de padeceres, temores, imágenes (reales o creadas ad-hoc) para que sean devoradas por la fuerza incontrolable e incontenible de lo mostrado y lo dicho.
Los unos tratando de mostrar medias verdades que es lo mismo que medias mentiras, como aval de sus acciones y los otros generando dudas sobre cada acción y cada palabra… y en muchas veces aseverando mendacidades bajo la cobardía de las frases condicionales (habría, sería…) que los inmunizan sobre las acciones legales, pero siguen aplicando las mini o maxi dosis letales.
Esto en cuanto a los medios informativos, que en la realidad es un trabajo de “bajar línea” a la imprudente audiencia, que -generalmente por ignorancia o intereses- dá por cierto lo reiterado una y otra vez en las distintas plataformas.
Son todos “especialistas” en mentir u opinar sin más aval que algún chisme o una “propina”.
Si evitamos los canales “informativos” y vamos a los canales de ocio, nos encontramos con precisas instrucciones para drogarse, para traficar drogas y/o armamento para asesinar, para ocultar cadáveres, para usar armas de todo tipo, para enseñar a los adolescentes en las malas vidas.
Así los medios crean un tipo de sociedad con personas con desequilibrios por ellos creados y … los abandonan como en las familias no consolidadas y que se transforman en “noticias” por sus conductas, retroalimentando el perverso sistema de estigmatización asumiendo posición de “deidades” indiscutibles por dogma.
Todo este envenenamiento se viene haciendo en forma ininterrumpida desde hace años con la complacencia de los gobiernos de cualquier signo.
Si algún ciudadano harto de consumir veneno, reaccionara en defensa de sus derechos, sería aplastado de inmediato por los Mercaderes que comercian con la desesperación y el odio, sin ningún derecho a defenderse.
Es mejor que el observador se dedique a la observación de los insectos, pájaros, flores,… lo demás tiene libreto y hojas de ruta indiscutibles.