El cambio climático y las quemas de pastizales, principales responsables

Las lluvias finalmente trajeron paz y tranquilidad a Corrientes. Pero al mirar hacia atrás, se aprecian las consecuencias de los incendios que afectaron a casi el 12% del territorio provincial y alrededor del 40% de la superficie del Parque Nacional Iberá, es decir, unas 75 mil hectáreas, según estimaciones de la  Fundación Rewilding Argentina.

Esas decenas de miles de hectáreas corresponden a humedales, pastizales y bosques únicos en su tipo por su biodiversidad, el hogar de especies amenazadas de extinción como el venado de las pampas, el aguará guazú y el yetapá de collar. La pérdida de ambientes naturales fuera del Parque es aún mayor y el impacto sobre la biodiversidad es incalculable.

El viento y las altas temperaturas favorecieron la proliferacin de fotos activos Foto Rewilding Argentina
El viento y las altas temperaturas favorecieron la proliferación de fotos activos. (Foto: Rewilding Argentina)

Los portales Carambola, San Nicolás, Cambyretá, Yerbalito, San Antonio y Galarza las entradas al Iberá- fueron severamente afectados, con importantes daños de infraestructura, como decenas de kilómetros de alambrados perimetrales que son esenciales para evitar el ingreso de ganado doméstico al Parque.

“En la Isla San Alonso, donde estamos reintroduciendo a la nutria gigante y al yaguareté, nuestros equipos trabajaron junto a brigadistas provinciales y nacionales para combatir un frente de fuego que avanzaba desde el norte”, comentó Sofía Heinonen, Directora Ejecutiva de Fundación Rewilding Argentina.

Si bien la mayora de los animales reintroducidos fueron salvados muchos murieron por el fuego Foto Rewilding Argentina
Si bien la mayoría de los animales reintroducidos fueron salvados, muchos murieron por el fuego. (Foto: Rewilding Argentina)

“Estamos viviendo los efectos de la crisis climática en primera persona: vemos arder montes húmedos y humedales desde las bases porque el material vegetal que antes estaba cubierto por agua quedó expuesto por las prolongadas sequías y hoy es material combustible. La recuperación es posible, pero necesitaremos tiempo y la presencia de las especies de fauna clave de Iberá para tener éxito en la restauración que se viene”, agregó Heinonen.