Ariel Ramírez el hombre del piano en el folclore

Ariel Ramírez​ fue un músico, compositor y pianista de extensa trayectoria, considerado como una de las figuras más destacadas del nativismo argentino. Difusor de la cultura tradicional a través de una amplia discografía y de sus actuaciones al frente de su compañía de folclore desde 1955 hasta 1980.

Autor de numerosas canciones criollistas sumamente populares y de la Misa Criolla, una de las obras más importantes de la música argentina. Fue elegido presidente de SADAIC (Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música), en cinco períodos: 1970/74, 1974/77, 1993/97, 1997/2001 y 2001/2005.

Estudió piano en Santa Fe. Sus estudios de composición los realizaría muchos años más tarde en Buenos Aires con Luis Gianneo, Guillermo Graetzer y Erwin Leuchter. Hacia 1941 ―con 20 años de edad e impulsado por Atahualpa Yupanqui, quien lo escuchó en Córdoba― emprendió una larga temporada de viajes por varias provincias del centro y noroeste del país, para familiarizarse con la música regional. En ese lapso ofreció recitales de piano interpretando obras de música tradicional argentina y sudamericana, entre las que intercalaba sus primeras composiciones. En 1943 llegó a Buenos Aires, donde brindó numerosos conciertos y tuvo contrato permanente en Radio El Mundo. En 1946 grabó para RCA Victor sus primeros discos, uno de los cuales incluía la zamba La Tristecita, obra que le brindó popularidad.

En 1950 viajó a Europa, donde permaneció alrededor de cuatro años con residencia permanente en Roma, pero efectuando numerosas giras como intérprete de música argentina en distintas salas de conciertos y teatros de Italia, Austria, Alemania, Holanda, Bélgica e Inglaterra. En España fue becado por el Instituto de Cultura Hispánica para efectuar estudios sobre la música española de transmisión oral. En 1954 se instaló en Lima, Perú, donde continuó su carrera de solista haciendo presentaciones en distintas ciudades de ese país, así como también en otras de Bolivia, Chile y Uruguay.

En 1955 volvió a la Argentina, donde organizó la Compañía de Folklore Ariel Ramírez para llevar adelante un espectáculo coreográfico musical convocando a artistas de distintas regiones del país. A partir de su debut en el Teatro SODRE de Montevideo, gracias al estímulo de su director, el maestro Hugo Balzo, la compañía desarrolló su actividad durante más de veinte años por todo el territorio argentino. Entre los músicos más destacados que iniciaron o desarrollaron sus incipientes carreras actuando con el Maestro Ariel Ramírez se puede mencionar a Jorge Cafrune, Jaime Torres, Raúl Barboza y Los Fronterizos.

En 1957 el grupo, que en ese momento estaba integrado por veinte músicos y bailarines, realizó una gira de cinco meses por la Unión Soviética, Polonia y Checoslovaquia. A su término, Ramírez continuó ofreciendo conciertos como solista de piano en Europa.

Varias composiciones suyas se popularizaron en su país: Triste pampeano n.º 3, Agua y sol del Paraná, Los inundados, Volveré siempre a San Juan, Allá lejos y hace tiempo, El Paraná en una zamba, y fueron adquiriendo gran difusión en versiones de los más importantes intérpretes nativistas.

El 4 de septiembre de 1967 formó parte del espectáculo folclórico que junto a Jaime Torres presentó la exhibición de la película Crónica para un futuro.

Como compositor escribió, además de una larga lista de canciones, varios ciclos integrales, presentados todos ellos a través de ediciones discográficas que tuvieron una notable repercusión. El primero de estos discos incluye la Misa Criolla y, también en carácter de estreno, los villancicos reunidos bajo el título Navidad Nuestra con textos de Félix Luna. En 1965 grabó con Ramón Navarro la cantata épica Los Caudillos escrita en colaboración con el historiador y poeta Luna. Un nuevo gran acontecimiento fue la aparición en 1969 del disco Mujeres argentinas, cantado por Mercedes Sosa y también con textos de Luna. Algunas de sus canciones, Alfonsina y el mar y Juana Azurduy, se cuentan entre las más logradas de su amplia producción.

Cantata sudamericana (1972) y Misa por la paz y la justicia (1981) son sus últimas producciones de largo alcance. En estos años también compuso música para algunas películas argentinas.

En otro terreno, con fines didácticos, escribió los 15 estudios para piano sobre ritmos y formas de la tradición musical argentina y las Canciones provincianas, para voces iguales.

Continuó ininterrumpidamente sus giras y presentaciones tanto en su país como en el exterior, aunque con menor frecuencia que en décadas anteriores.

El 5 de agosto de 1992 se realizó un concierto en su homenaje en el Teatro Colón de Buenos Aires bajo el título Ariel Ramírez, 50 años con la música nacional, en el que participaron algunos de los más importantes intérpretes de la música popular argentina, y en cuyo transcurso se ejecutaron exclusivamente obras suyas.