En la semana de la Libertad de Prensa -cuya fecha de celebración es el 3 de mayo- reunimos desde nuestro portal una seriada de notas sobre los jóvenes y el Periodismo. La idea es mostrar las razones por la que las y los estudiantes de esa carrera eligen ese profesión: ¿Qué los impulsa a reivindicar a la prensa y a la Comunicación como vocación en un mundo que augura -y no a largo plazo- la muerte de esa profesión tal y cómo la conocimos? ¿Qué esperanzas anidan en sus voluntades para escoger los estudios del Periodismo y la Comunicación Social en un país donde la reacción del poder al trabajo periodístico avanza cada vez con mayor virulencia? ¿Por qué piensan en el Periodismo como un instrumento de transformación social? Las respuestas se enlazan en breves entrevistas realizadas por las y los estudiantes a sus pares y creemos oportuno que los lectores tengan acceso a esas consideraciones. Las tradiciones existen para romperse, pero no fuerza de persecuciones y palos, sino a través del honesto debate público. Es hora de empezar a leer a los futuros periodistas.
De la imaginación al oficio: ¿Por qué los jóvenes eligen estudiar periodismo?
Por Oriana Castro –
Detrás de cada joven que elige estudiar comunicación, hay una historia personal cargada de imaginación, creatividad y curiosidad. A partir del recorrido de Macarena Prim Molinuevo, se entrelazan la Licenciatura en Comunicación Social y el gusto por la escritura ficcional.
Desde pequeños, muchos jóvenes encuentran en la escritura y la creación de mundos imaginarios una forma de expresión que luego buscan profesionalizar. Juegos de infancia que imitan editoriales, primeras publicaciones en blogs o ejercicios escolares de redacción son algunas de las semillas que germinan en la decisión de estudiar Periodismo o Comunicación Social. Esta elección no solo responde a una vocación periodística, sino también a un deseo de explorar nuevas formas de construir relatos y comunicar en múltiples plataformas.
“Cuando era chica uno de mis juegos favoritos era ser editora de revistas o escritora. Con mi hermana pasábamos horas jugando a que teníamos nuestra propia editorial, que lograba firmas de escritores prometedores. Nunca era suficiente la tarde cuando se trataba de ese juego. Siempre me gustó el arte de escribir: cuentos, novelas, poesía”, recuerda Macarena.
¿Qué lugar ocupa la escritura en tu vida cotidiana?
- Ocupa un lugar importante, la verdad… porque escribo en forma cotidiana. Es algo en lo que me quiero perfeccionar.
¿Tuviste algunas referencias a la hora de elegir la carrera? ¿Cómo lo relacionaste con tu hábito de escritura?
- Me decidí por la salida laboral, que es más amplia y no se enfoca en el Profesorado únicamente.
¿En qué rubro y rol te ves como profesional?
- Me veo en el rubro de la escritura, me siento más cómoda ahí que entrevistando.
¿Cómo sentís que se cruzan lo informativo y lo narrativo?
- Yo leo a muchos escritores que estudiaron primero esta carrera y luego escribieron ficción por la práctica que otorgan los trabajos de redacción más desde lo informativo.
Desde chica, Macarena encontró en la escritura un espacio propio que luego se transformó en hábito. Esa práctica constante fue uno de los motivos que la llevaron a elegir la Licenciatura en Comunicación Social. Casos como el de Mariana Enríquez, quien estudió Comunicación Social en la UNLP antes de consolidarse como periodista y hoy es una escritora reconocida, muestran cómo el ejercicio informativo puede fortalecer la narrativa, aportando herramientas como la observación y la construcción de escenas.
Esa vocación también se plasma en @mm.escritos, la cuenta de Instagram donde Macarena comparte sus textos. En un contexto atravesado por la rapidez y la producción constante de contenido, proyectos como el suyo recuerdan que la palabra, ya sea en un poema o en una reflexión breve, sigue siendo una de las formas más genuinas de comunicar.
