Trenque Lauquen: emotivo último día de trabajo de ocho agentes penitenciarios

Ocho agentes penitenciarios que cumplían funciones en la cárcel bonaerense de Trenque Lauquen culminaron sus carreras y pasaron al retiro activo y en su último día de trabajo se llevó a cabo una ceremonia institucional para despedirlos con honores.

El emotivo acto se desarrolló en la Unidad 20 del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Provincia.

Encabezada por la máxima autoridad de la cárcel, Eugenio Chiminella, en la ceremonia se homenajeó a la Inspectora Mayor, Mabel Ortíz, el Prefecto  Alejandro Ariztimuño y los Suboficiales Mayores Pablo Peredo, Marisol Díaz, Sergio Bacci, Marcelo Márquez, Oscar Andrada, Sergio Manso, todos del escalafón general.

El evento contó con la presencia del Capellán German Loriente, quien brindó una oración de gracias y bendijo los diplomas entregados a los agentes.

En su último día de actividad, quienes iniciaron su carrera en el año 1993, repasaron momentos dentro de la institución y compartieron un mediodía de camaradería y emoción, y coincidieron en destacar a la Unidad 20 de Las Tunas como su segunda casa.

“Somos una gran familia. Durante estos años nos casamos, hemos tenido a nuestros hijos, pasamos mudanzas, muchos momentos, buenos y malos, pero siempre tirando para adelante”, remarcó Marisol Díaz, que a sus 20 años, inició su carrera dentro del Servicio Penitenciario Bonaerense.

Con la premisa de probar tres meses y luego decidir su futuro, Marisol ingresó al penal ubicado en Trenque Lauquen, que en esos años también daba sus primeros pasos. Dentro de la institución, Díaz hizo labores de correo, dio diferentes talleres como “Deconstruyendo Masculinidades”, y colaboró con el Capellán en distintas actividades como confirmaciones y comuniones, llegando a ser Jefa de Encuentros.

La Suboficial Díaz aprovechó también para reflexionar su rol como mujer dentro de la institución, y los cambios que se dieron durante su carrera: “Cuando comencé, si bien había mujeres, éramos muy pocas, pero en diferentes momentos nosotras también cumplimos un papel importante dentro del penal, apoyándonos mutuamente con nuestros compañeros. Es emocionante ver cómo la mujer, hoy por hoy dentro de la institución tiene voz y voto, ocupando cargos importantes”.

Luego de su retiro, Díaz probablemente siga vinculada al SPB. En unos días se mudará a Mercedes, donde recibió la propuesta de ser delegada del Centro de Retirados de esa zona. También hace artesanías: “además de disfrutar de mi familia más todavía, voy a seguir con mis hobbies y seguramente vinculada con esta institución”.

Pablo Peredo, otro de los homenajeados este jueves, ingresó a la Unidad 20 con 19 años. Como agente, cumplió labores hasta 2007, donde se mudó a Urdampilleta para continuar su carrera penitenciaria por siete años. Además de realizar algunos operativos de verano en Mar del Plata y trabajar como comisionado por un año en la Unidad 46 San Martín, Peredo retornó a la Unidad 20, donde este jueves finalmente cumplió su última guardia.

Al igual que Pablo, el Suboficial Mayor Sergio Bacci ingresó también en 1993, y realizó tareas en las secciones Guardia de Seguridad Exterior, Vigilancia y Tratamiento y Talleres: “¿Qué voy a hacer luego del retiro? Lo que surja, quiero seguir trabajando como todos estos años. Siempre con altibajos pero con la frente alta”, comentó luego del acto.

Oscar Andrada ingresó al SPB con 22 años con la necesidad de trabajar. Previamente tuvo un paso por el Servicio Militar, más precisamente en la Marina, y finalmente en la dependencia de su pueblo, Trenque Lauquen, encontró un lugar propicio para desarrollarse como funcionario: “Estoy muy agradecido al Servicio Penitenciario, por haber podido ingresar y llegar a esto, retirarme, no sin antes conocer gente maravillosa con quien compartimos muchos años”, dijo.

El 4 de octubre de 1993 ingresó al penal de Las Tunas Alejandro Ariztimuño, con 20 años. A poco tiempo de ingresar, tuvo experiencias en Junín y Bahía Blanca, a modo de práctica, donde destaca que si bien le tocó vivir momentos duros, lo tomó todo como un aprendizaje. Ya de regreso en Trenque Lauquen, trabajó once años haciendo labores de Vigilancia y Tratamiento.

A la hora de repasar su carrera, Alejandro reflexionó: “Todo lo que tengo, fue gracias al trabajo del SPB, así que estoy muy orgulloso de haber llegado a los 30 años, que no es poca cosa. Y, bueno, ahora a comenzar una vida nueva y reordenarse, porque tampoco es fácil. Creo que será más difícil estar retirado que estar en actividad”.

Luego, remarcó que “pasaron 30 años, pasaron muchas cosas en mi vida, fui papá, compré una casa, fallecieron mis viejos, es todo un proceso, una vida entera. Treinta años es mucho tiempo, y siempre traté de dar lo mejor de mí y para el Servicio Penitenciario”.

En la entrega de diplomas, el director de la Unidad 20, Eugenio Chiminella, le dedicó unas palabras a los recién retirados: “Un día como hoy ingresaron estos funcionarios, que a pesar de su corta edad tenían ilusiones y proyección laboral en esta institución. Hoy, los despedimos con mucha emoción y admiración, y abogamos a que de a poco vayan dejando de lado los hábitos y rutinas laborales, y adecuarse a su vida familiar, destacando que la familia es el tesoro más preciado a lo largo de estos treinta años, que siempre estuvieron apoyando y conteniendo en cada momento”.

Luego, les recordó: “Esta Unidad será siempre su segunda casa, y las puertas siempre estarán abiertas para lo que necesiten. Que Nuestra Señora del Carmen los acompañe a ustedes y sus familias en esta maravillosa etapa”.