Cuando se fundó la ciudad de La Plata, el 19 de noviembre de 1882, Dardo Rocha, gobernador de la provincia de Buenos Aires, pronunció las siguientes palabras alusivas al origen del nombre: “Hemos dado a la nueva capital el nombre del río magnífico que la baña, y depositamos bajo esta piedra, esperando que aquí queden sepultadas para siempre, las rivalidades, los odios, los rencores, y todas las pasiones que han retardado por tanto tiempo la prosperidad de nuestro país”. La idea de rivalidad refería, entre otras cuestiones, a la situación en la que se hallaba la provincia respecto al gobierno nacional por el control de la ciudad de Buenos Aires, y que llevó a que Dardo Rocha, nombrado gobernador de la Provincia, tuviera la necesidad de fundar esta nueva ciudad para instalar su gobierno y administración.
Del libro: “Memoria, identidad y territorio. El origen de los nombres de los distritos bonaerenses”.
