El sobreviviente de aquella trágica jornada cuestionó los dichos de algunos sectores políticos que “banalizan” la dictadura.
Pablo Díaz, uno de los sobrevivientes de La Noche de los Lápices, cuestionó la banalización que se hace desde algunos sectores a la dictadura.
A 44 años de aquella trágica jornada, destacó en declaraciones a Radio Provincia, que “después de los horrores, violaciones, torturas, asesinatos y persecución me cuesta esa idea trivial porque creo que el Nunca Más está construido en una base social muy fuerte”.
En relación a la jornada de hoy y su forma de transitarla reveló que “siempre arranco el día pidiendo juicio y castigo a los culpables” y precisó que su obsesión es que “los jóvenes supieran que habían existido, qué entregaron, qué peleaban, qué soñaban”.
“Nosotros estamos vivos, estamos hablando, y la familia de los chicos desaparecidos se levantan sobre la ausencia de sus seres queridos”, recordó Díaz.
Además, señaló que “soñaban con cambiar y transformar la realidad, transformarlo es una carrera de obstáculos” y destacó que “siempre supimos que las oportunidades están donde se nace pero el que no nace dentro de las oportunidades, el que nace en un barrio popular o una villa miseria enfrenta situaciones conflictivas sociales que tratábamos de cambiar”.
“Hoy es todo un desorden para mí en la cabeza porque pienso en ellos”, admitió aunque hizo hincapié en “la necesidad de consolidarlos en sus sueños y sus ganas, los reconozco en muchos chicos que van a un merendero, a un testeo de la pandemia y los veo en la calle”.
En ese sentido puntualizó que “la mayoría de los chicos sabe que lo colectivo es lo que va a transformar la sociedad y trato de consolidar esa idea que está bien lo que hacen”.
Finalmente, destacó que “yo hice un juramento que iban a salir del Pozo de Banfield, hoy puedo quedarme sentado y ver los homenajes que les hacen en todos lados y la satisfacción de haber entregado mi cuerpo porque no fue fácil”.
