La masticación es el proceso con el que se da comienzo a la digestión y puede llegar a influir en la ganancia de peso y problemas cardíacos si se realiza de forma incorrecta.
La forma en la que comemos y las veces que masticamos son fundamentales para tener una buena digestión. Generalmente engullimos los alimentos (comer sin casi masticar), es decir, comemos sin pararnos a pensar en lo que estamos degustando. Muchas veces también comemos rápido, en cinco o diez minutos, de pie, sin apenas masticar. Esto es un error.
Según explicó el doctor Guillermo Capuya, la digestión parte del momento de la masticación. En función de cómo mastiquemos, nuestra digestión será más larga o corta, y también mejor o peor. Y si no digerimos bien los alimentos, si no los masticamos correctamente, después se dificultará la absorción de nutrientes, podrá empeorar nuestro estreñimiento, aumentarán nuestros gases y podemos llegar a engordar en última instancia.
“Se aconseja masticar entre 10 y 40 veces cada bocado y no menos de 30 minutos debe durar la comida. Cuando uno traga sin masticar, esto genera más aire, lo cual hace que se genere más hinchazón, pesadez y gases, y además esto engorda”, explicó Capuya.
El doctor explicó además que masticar bien no solo es favorable triturar con insistencia los comestibles para no devorar y no atragantarnos. Sino que, comer despacio masticando bien aumenta la hormona relacionada con la saciedad y reduce la que estimula el apetito en el cerebro. Por lo tanto, lograremos no comer más de lo que necesitamos.
“La gente que se hincha mucho es porque comió muy rápido. Esto ha sido comprobado que las personas aumentan de peso y predispone a eventos cardiovasculares”, señaló.