
En la semana de la Libertad de Prensa -cuya fecha de celebración es el 3 de mayo- reunimos desde nuestro portal una seriada de notas sobre los jóvenes y el Periodismo. La idea es mostrar las razones por la que las y los estudiantes de esa carrera eligen ese profesión: ¿Qué los impulsa a reivindicar a la prensa y a la Comunicación como vocación en un mundo que augura -y no a largo plazo- la muerte de esa profesión tal y cómo la conocimos? ¿Qué esperanzas anidan en sus voluntades para escoger los estudios del Periodismo y la Comunicación Social en un país donde la reacción del poder al trabajo periodístico avanza cada vez con mayor virulencia? ¿Por qué piensan en el Periodismo como un instrumento de transformación social? Las respuestas se enlazan en breves entrevistas realizadas por las y los estudiantes a sus pares y creemos oportuno que los lectores tengan acceso a esas consideraciones. Las tradiciones existen para romperse, pero no fuerza de persecuciones y palos, sino a través del honesto debate público. Es hora de empezar a leer a los futuros periodistas.
Pobreza y universidad: Vidal se equivocó, “yo fui a una escuela humilde, de barrio”
Por Lautaro Pissaco
En épocas de tanto individualismo y discursos de odio atentando contra la universidad pública, la pobreza, los “marrones” y los planeros, es importante recalcar las oportunidades que se le otorgan a cada persona y recordar que estos dichos no son nuevos, vienen de años anteriores. Para ello, presentamos la historia de Brisa, una joven estudiante de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social que aspira a convertir el mundo en un lugar mejor.
¿Por qué Comunicación Social?
Para empezar, yo estudié en la orientación a comunicación y había un programa de extensión donde nos fuimos a la facultad de Periodismo. Allí conocimos la radio, preparamos podcast e hicimos trabajos de entrevistas. Desde ese momento me di cuenta que esto era lo mío, aunque en realidad estoy estudiando el profesorado, no la licenciatura.
¿Qué es lo que te llamó del profesorado en vez de la licenciatura?
-Mantenerme joven. Me gusta pasar tiempo con los chicos. En realidad me decidí en la época en que (María Eugenia) Vidal fue gobernadora bonaerense. ¿Te acordás del “nadie que nace en la pobreza en la Argentina hoy llega a la universidad? Yo iba a una escuela humilde, de barrio. Mis compañeros empezaron a joder con que se iban a recibir de cartoneros o vendedores de metal, chistes que mostraban un trasfondo triste a raíz de los dichos de la ex gobernadora. Me agarró una bronca… pero por otro lado teníamos una profesora de Comunicación que siempre nos alentó a estudiar. Gracias a ella estoy acá. Por eso me gustaría ser para otros chicos lo que esa profesora fue para mí.
El periodista tiene fama de persona holgada, el profesor de estructurado ¿Como manejas ese equilibrio?
En lo personal soy una persona muy estructurada, en la licenciatura estoy anotada a la orientación de planificación, aunque no pretendo que el resto lo sea. Mi vieja y mi hermana también pasaron por esta Facultad y por Artes, por lo que un poco convivo con esa dualidad.
Los periodistas suelen estar muy conectados al arte ¿Ubicás alguna relación ahí?
Sí, pienso que en parte el trabajo periodístico requiere de cierta creatividad y de ser “holgado”, al igual que el artista. Además de que muchos de los que entran a estudiar esta carrera lo hacen por dos motivos: la política o lo cultural. Y aunque parezcan cosas distintas, ambas están ampliamente conectadas, lo cultural es un síntoma del estado político de la época.
Vidal se equivocó, así como se siguen equivocando desde el oficialismo, quienes continúan repitiendo este discurso. Privatizar la universidad no es la solución, sacando la oportunidad de estudiar a aquellos que no tienen los recursos económicos para afrontar tales gastos. El acceso a la educación es un derecho y debe de ser tratado como tal.