No es sencillo poder determinar el final de la cuarentena. Puede ser el 8 de junio de 2020, pero también podría no serlo. Depende de muchos factores. Mientras tanto las y los adolescentes permanecen sin la posibilidad de desarrollar una vida normal.
Es probable que acumulen sus energías a la espera de un tiempo de libertad o al menos aparente, porque nadie puede predecir como será la salida del confinamiento y las relaciones en medio del aislamiento obligatorio.
Las y los adolescentes por el momento nunca más agradecidos a las redes sociales y a la necesidad imperiosa de contactarse con sus pares. Quizás el medio sirva para que todas las personas revaloricen la importancia de la tecnología que estemos más cerca. Las y los jóvenes lo saben mejor que los adultos y ese saber los mantiene en cuarentena y a la vez libres.
Las series y las películas también se han aliado a la espera de una vida más normal. Mientras que quienes tienen la suerte de utilizar vídeo juegos encuentran un momento propicio para desarrollar las habilidades a la hora de maniobrar como profesionales los elementos otorgados por las nuvas tecnologías.
Todo pasa y todo queda. Pero lo importante de este tiempo extraño es que la experiencia que se vive no lo sea como tal, sino que permita una reflexión de lo aprendido para desenvolverse en el mañana. La sabiduría adolescente sabrá asimilarlo sin lugar a dudas.
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