Las actividades imperdibles que permiten vivir a pleno el verano en Bariloche

La ciudad rionegrina de San Carlos de Bariloche despliega su infraestructura y oferta turística para realizar una diversidad de actividades que, en su mayoría, se realizan dentro del Parque Nacional Nahuel Huapi, un entorno que sorprende con sus increíbles vistas y paisajes a los turistas que la visitan, y donde es posible recorrer circuitos, subir a un refugio de montaña, realizar kayac y cabalgatas, entre una docena de experiencias para todos los gustos y edades.

Una de los imperdibles es el paseo en catamarán a Puerto Blest -fue el primer territorio del Parque Nacional Nahuel Huapi- y Lago Frías, al que se puede llegar desde Puerto Pañuelo en una excursión lacustre que recorre el Brazo Blest.

De camino se observa cómo cambia el ecosistema y se adentra hacia la fresca selva valdiviana, en un trayecto del mítico Cruce Andino.

Como segunda recomendación, y con el acompañamiento de las temperaturas estivales, un día de playa en los lagos cristalinos del Parque Nacional Nahuel Huapi y la práctica de Kayak son de las actividades preferidas de los visitantes.

Entre las cercanías del centro barilochense y el Río Manso se encuentran los lagos Nahuel Huapi, Moreno, Gutierrez, Mascardi, Guillelmo, Steffen y Martin, que cuentan con maravillosas playas de aguas transparentes y predios autorizados para acampar.

Además, se puede hacer travesías en kayak y divertirse conociendo las costas y profundidades de los lagos.

Subir a un refugio de montaña es una invitación al disfrute, y para ello Bariloche con los 4 emblemáticos: Refugio López, el Manfredo Segre (Laguna Negra), Frey y General San Martín (Jakob) y los del Cerro Tronador: el Rocca, Ilon y Otto Meiling.

Múltiples senderos llevan a estos refugios también conocidos por la famosa carrera de los 4 refugios del Club Andino Bariloche: el López (Cerro López), el Frey (Cerro Catedral), el San Martín (Laguna Jakob), y el Italia “Manfredo Segre” (Laguna Negra, es Cerro Negro), todos aptos para caminantes de nivel medio.

Al Cerro Tronador se le dio su nombre por el sonido a trueno que generan los desprendimientos de sus siete glaciares, y al pie de este emblemático cerro se abren múltiples senderos que llevan a cascadas, lagunas turquesas, glaciares y a los refugios de montaña como el Ilon, el Otto Meiling y el Agostino Rocca, en la ruta del Paso de las Nubes.

Por supuesto, entre los imperdibles no puede faltar una visita al Bosque de Arrayanes e Isla Victoria, en un recorrido lacustre que lleva a conocer la península de Quetrihue, para luego navegar hasta el Puerto Anchorena de la Isla Victoria, mientras se observa toda la Cordillera de los Andes.

Recorriendo sus senderos se llega a la Playa de Toro y se pueden conocer las pinturas rupestres hechas por los pueblos originarios que habitaron la zona. Ahí se puede pasar el día en las playas de arena volcánica y la noche en el glamping o en la hostería de la isla, una experiencia inolvidable.

Por otra parte, las cabalgatas atravesando bosques, mallines y estepa patagónica son una experiencia única para contemplar los escenarios boscosos, los mallines inundados y la inmensa estepa y sus peculiares formaciones rocosas es de las más memorables.

Otras de las opciones para los amantes de la naturaleza y la aventura son los circuitos de circuitos de canopy para hacer durante el día, y también nocturnos, que permiten contemplar asombrosos paisajes que serían imposibles de apreciar desde el suelo.

En Bariloche se encuentra uno de los recorridos más largos de América del Sur, con un recorrido total es de 1500 metros.

También la caminata, o trekking, se puede realizar por numerosos senderos en Bariloche, con la ventaja que es una actividad que no exige experiencia previa cuando se practica bajo la supervisión de un guía de alta montaña, pero sí requiere de un nivel físico aceptable y una buena predisposición hacia las eventualidades que puedan surgir en cada expedición.

Es fundamental obtener información precisa sobre el estado de los senderos y sus diferentes niveles de dificultad, y si el recorrido se encuentra dentro del Parque Nacional Nahuel Huapi, es necesario realizar el registro de trekking con anticipación.

Hay múltiples opciones de senderos habilitados para todos los niveles de dificultad. cuya información se puede encontrar en Bariloche Trekking.

En tanto, el límite sur del Parque Nacional Nahuel Huapi está marcado por el Río Manso, en el que se pueden realizar travesías de rafting rodeadas de bosque andino patagónico, y refrescarse en los piletones que se forman en su recorrido, y también se pueden hacer flotadas en el río Limay, atravesando la estepa y las formaciones rocosas del entorno.

Una experiencia que atrae a turistas y también locales es la navegación en velero por el Nahuel Huapi, desde Bahía López hacia el Brazo Tristeza; desde muelles hacia el Brazo Campanario; o desde Puerto Pañuelo hacia Isla Victoria.

Los vientos constantes del incomparable Nahuel Huapi convierten a este lago en un verdadero paraíso para navegantes, con rincones exclusivos a los que sólo se puede llegar en barco, solitarias bahías ocultas y hermosas playas de ensueño para bañarse y relajarse.

En tanto, el Circuito Chico es el recorrido más tradicional de Bariloche, que atraviesa bosques, lagos y montañas.

En el trayecto se pueden hacer distintas paradas en la Capilla San Eduardo, miradores con vistas panorámicas, senderos de dificultad baja, como el bosque de arrayanes, el Cerro Llao Llao o al mirador Brazo Tristeza, y playas para descansar, como Villa Tacul o Bahía Los Troncos.

No hay experiencia más gratificante después, o antes, de cualquiera de estas experiencias, que degustar la degustar la gastronomía tradicional de la zona (chocolates, cordero, cervezas, curanto, trucha, ahumados, frutos rojos).

La gastronomía de este destino es toda una experiencia en sí misma, y donde los chefs más reconocidos de la región se lucen con los platos de comidas típicas. mientras que las chocolaterías sorprenden con su arte dulce.

Asimismo, los maestros cerveceros se inspiran en los frutos patagónicos y los paisajes para crear nuevas variedades de cervezas.

En Colonia Suiza se puede apreciar el ritual del curanto, y los asadores criollos guardan sus secretos para hacer el cordero más sabroso.

Una de las experiencias más enriquecedoras para conocer el paisaje patagónico es un paso en el Tren Patagónico, que se ha transformado en un emblema de la ciudad de Bariloche.

El Tren Patagónico, que realiza un viaje entre la cordillera y la estepa, es un nuevo imperdible para realizar desde Bariloche, y se ha transformado en el plan perfecto para cerrar el día y contemplar la transición entre dos paisajes al atardecer.

Parte de la imponente cordillera con sus altas cumbres, los lagos y ríos y va hacia la estepa, un paisaje completamente diferente donde la inmensidad y la paz son protagonistas.

Se trata de una excursión para toda la familia, en la que grandes y chicos podrán conocer otros paisajes rionegrinos y disfrutar de una cena de asado criollo con opciones vegetarianas, celíacas y veganas en la estancia de la Estación Perito Moreno.

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