En la Provincia ya funcionan 100 pabellones literarios

El programa cultural de mayor crecimiento en las cárceles bonaerenses en los últimos meses llegó días atrás a la conformación de cien pabellones literarios.

Se trata del programa Pabellones Literarios para la Libertad que tiene como base una resolución del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires y que ya impacta en casi 6.000 personas privadas de la libertad.

Se inauguró un pabellón literario en la Unidad 25 y otro en la Unidad 26, ambas de la localidad de Lisandro Olmos y dependientes del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB).La asesora del ministerio de Justicia y Derechos Humanos, Julia Lescano, acompañada por la jefa del Departamento Cultura del SPB, Gabriela Ríos y el jefe del Complejo Olmos, Pablo Gascue y las autoridades de cada Unidad, inauguraron en primera instancia un nuevo Pabellón en la Unidad 25.Uno de los internos contó que “nosotros estábamos esperando con ansias este día, nos gusta mucho la poesía, los aforismos y a partir de esto me estoy animando y escribiendo un borrador con poesías y aforismos”.

A la vez Nico, otro de los privados de libertad le entregó a Lescano el último número de una revista que ellos mismos realizan.

Gabriela Ríos explicó a los internos las actividades que se llevan adelante en los Pabellones Literarios y los internos, casi todos valetudinarios, mostraron entusiasmo, especialmente porque tienen muchas ganas de hacer teatro.

Pablo Gascue les expresó a los privados de libertad: “Ustedes son personas grandes, pero nunca es tarde para buscar un cambio, así que aprovechen esta oportunidad para seguir aprendiendo, porque siempre el saber dignifica”.

Luego el contingente se dirigió a la Unidad 26, allí un numeroso y entusiasta grupo de internos los recibieron con muchas ganas de contar todas las actividades que ya vienen realizando y de concretar la inauguración del Pabellón Literario.

Así relataron cómo cada uno de ellos cumple alguna función y cómo se distribuyen organizativamente las tareas, donde todos los días, de lunes a viernes hay actividades educativas, como el Taller “Alma Libre” que dictan las talleristas Laura Morales y Laura Lugones.

Entre otros muchos cursos realizan uno de informática, en el que los alumnos, toda gente mayor, aprenden a usar una computadora y a aprovechar todas las acciones que se puedan realizar a través de la tecnología. Pero la vedette de las actividades es el Hatha Yoga, que uno de los internos le da todos los miércoles y viernes a unos 400 de los 600 internos de la Unidad, allí trabajan la unión del cuerpo, la mente y el espíritu.

También se leyó un acta acuerdo de no violencia, en el que prima la palabra y el diálogo, y el respeto y el silencio en los momentos de lectura y escritura, entre muchas otras normas de convivencia que marcan las pautas para convivir en el Pabellón.

Julia Lescano resaltó el apoyo que el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak, le da a las actividades culturales y agregó: “Por eso estamos todos apostando porque tengan una calidad de vida mejor, y de eso se trata también lo literario, hoy empiezan formalmente a funcionar como pabellón literario y una persona que ha pasado por un pabellón literario es una persona que entendió de qué se trata el mundo de la palabra, acá no importa la edad, importa la persona que desee transitar por esta maravillosa posibilidad, así que para nosotros es una fiesta como cuando inauguramos un pabellón en Jóvenes adultos”.

Antes de culminar el encuentro se dejó inaugurada también la nueva biblioteca llamada “Julia Lescano”, una de las impulsoras junto al ministro de Justicia, la jefatura del Servicio, la Pastoral Penitenciaria  y el Juez  Roberto Conti de los pabellones literarios en contexto de encierro, que tienen el objetivo de promover la lectura y la escritura para la formación integral de las personas privadas de la libertad.

Con esta inauguración, en la actualidad el Programa funciona en 100 pabellones de 54 Unidades Penitenciarias, con cerca de 6 mil personas privadas de libertad participantes, entre ellas más de 340 mujeres y casi 190 talleristas, donde se ve reflejado un gran impacto en la población carcelaria, tanto en las reflexiones que se hacen, producciones, conducta, entre otros grandes logros, sumado a que se alfabetizaron unas 950 personas, dentro de este programa.