
Por Abogada Liliana Pizarro Martinefsky* –
La soledad es un sentimiento que acompaña a los seres humanos a lo largo de su vida y es provocada por factores tales como la falta de un empleo, la dificultad para relacionase con otras personas, un deficiente estado de salud, pobreza, dificultad para acceder a la educación, entre otros. En general, se tiende a pensar que la soledad afecta a los adultos mayores, pero la realidad demuestra que también afecta a los jóvenes.
Así lo afirma el primer Estudio sobre juventud y soledad no deseada en España elaborado por el Observatorio Estatal de la Soledad No Deseada, (SoledadES), promovido por la Fundación Ayuda en Acción y la Fundación ONCE. En este, se menciona que “el 25,5% de la juventud española de entre 16 y 29 años asegura haber sentido una soledad no deseada y un 69% de las personas jóvenes se han sentido a solas en algún momento de su vida”. Según declaraciones de Matías Figueroa, director del programa de Europa de la Fundación Ayuda en Acción, el informe aporta una mirada novedosa y relevante de gran impacto en la juventud, aunque alerta sobre la presencia de las desigualdades y la pobreza junto a aspectos como el género, la orientación sexual o el origen.
De cada cuatro jóvenes, tres dicen sufrir soledad no deseada (75,8%) asegurando sentirla desde hace más de un año y alrededor de la mitad (45,7%) desde hace más de tres años.
La soledad juvenil afecta principalmente a las mujeres que a los hombres y las edades rondan en mayor medida a jóvenes de entre 22 y 27 años.
La pandemia del coronavirus debilitó el tejido social en cuanto a las relaciones interpersonales. No obstante, “la pandemia es la causa de esta situación solo para el 20,4%, lo que supone que hay un 79,6% de encuestados que no atribuyen su soledad al coronavirus. En cuanto a la intensidad y peores momentos del sentimiento de soledad, el 71,4% de la juventud que se siente sola manifiesta sufrir este problema “con frecuencia. Un 30,5% lo acusa sobre todo por las noches“. Además, afecta especialmente a jóvenes en desempleo, en situación de pobreza, a jóvenes que han sufrido acoso escolar o laboral, con mala salud física o mental, con discapacidad, origen extranjero o LGTBI.
Un factor que aumente la soledad no deseada es la relación entre la actividad laboral y la pobreza: “las personas en situación de desempleo sufren una prevalencia de la soledad 5 puntos por encima que las que estudian o trabajan. Y la soledad no deseada es preponderante entre jóvenes de hogares con dificultades económicas siendo casi el doble que entre jóvenes de hogares que llegan con facilidad a fin de mes (36% frente a 19,4%).” Por otro lado, hay que destacar que “las personas jóvenes con problemas de salud mental percibida o diagnosticada tienen una probabilidad 2,5 veces mayor de sufrir soledad no deseada, quienes sufren ansiedad o depresión un 89,2%. Además aquellas que reconocen tener una baja autoestima un 83,2% más y las que han tenido pensamientos suicidas un 81,1% más.”
Ayuda en Acción afirma que existe una fuerte relación entre la soledad, el nivel educativo y las condiciones en las que se desarrolla la educación de la juventud. “La relación entre el acoso escolar o laboral y la soledad no deseada en la juventud es enorme”, resaltó Figueroa. El porcentaje de quienes han sufrido acoso escolar o laboral alguna vez en su vida es casi el doble en el grupo de jóvenes que padecen soledad no deseada (58,1%) que en el formado por quienes no la padecen (32,1%). Asimismo, la juventud con educación universitaria experimenta niveles más bajos de soledad. “Es una cuestión de acceso a una educación superior y de desigualdad social, pero también de acompañamiento y medios en relación al abandono escolar”, expresó Matías Figueroa. La juventud que ha repetido sufre una prevalencia de soledad no deseada 10 puntos superior a la que no ha repetido. También se observa una relación con el abandono escolar temprano y con el rendimiento académico bajo.
Si bien hay que destacar la encomiable labor que realizan estas organizaciones no gubernamentales y Fundaciones con una clara vocación de servicio social, las mismas ponen de relieve un dato importante: la soledad no deseada representa un coste total de 14.141 millones de euros anuales en España. Es decir el 1,17% del PIB para el año 2021. Estos costes se refieren a costes sanitarios, costes por pérdida de producción, pérdida de vida no asociada a la mortalidad, entre otros. Estos datos aparecen publicados en Infografía en https://www.soledades.es/estudios. Finalmente, es necesario enfatizar que la labor de estas organizaciones se centra en la elaboración de estudios, informes y ejecución de programas orientados a paliar los efectos de la soledad no deseada que impacta de manera radical y constante en la juventud en España.
Fuente: https://ayudaenaccion.org/actualidad/soledad-no-deseada-juventud-informe.
*Colaboración Especial desde España para En Provincia – alimotxe54@gmail.com
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