Desde Argentina a Bélgica: Lisandro y el poder de una canción que atraviesa fronteras

En el escenario del Studio 40 de The Voice Kids Bélgica, un joven argentino llamado Lisandro ofreció algo más que una audición: regaló un instante de verdad. Con su guitarra en mano y una voz clara, contenida, interpretó “Tears in Heaven” de Eric Clapton, una canción que carga con el peso del duelo y la ternura. Lo hizo con una sobriedad que conmovió al público y, en el último segundo, a la coach Alice on The Roof, quien pulsó el botón, tocada por la autenticidad de su entrega.

Lisandro vive en Bélgica, pero su raíz argentina se siente en la forma en que habita la música: con emoción, con respeto, con esa mezcla de pudor y coraje que caracteriza a quienes cantan desde el alma. Su versión fue minimalista, sin artificios, y por eso mismo poderosa. En un certamen donde muchas voces buscan brillar, él eligió el silencio como aliado, y la sinceridad que emanaba de su rostro.

La elección de “Tears in Heaven” no fue casual. Es una canción escrita por Clapton tras la pérdida de su hijo, y en ella se condensa un dolor transformado en luz. Lisandro supo captar esa esencia, y la tradujo en una interpretación que no buscó impresionar, sino compartir. Su madurez artística sorprendió a todos, y su sensibilidad lo convirtió en uno de los momentos más memorables de la temporada.

Alice on The Roof, visiblemente emocionada, lo incorporó a su equipo con palabras de admiración. “Tu voz tiene algo que no se puede enseñar”, dijo. Y tenía razón: hay talentos que no se explican, se sienten.

En tiempos donde lo espectacular suele opacar lo genuino, Lisandro recordó que la música sigue siendo un lenguaje de lo íntimo. Su actuación fue un puente entre culturas, entre generaciones, entre emociones. Un argentino en Bélgica, cantando una canción inglesa, tocando corazones en todos los idiomas.

Fotografía: Archivo web.