Por Greta Lapistoy –
Cuando iba a la primaria, o al comienzo del secundario, escuchaba hablar al pasar del comunismo. En mi familia no se hablaba de política, mi padre siempre decía que el voto era secreto.
Nos enseñaron a ser solidarios, a pensar en el otro, en ayudar al que menos tenía, en compartir, en fin… a ser buena gente sin importar si eras radical o peronista. Porque, a pesar de lo que sucede en la actualidad, cuando crecí no estaba de moda ser de un partido o de otro y menos aún pensar que de según de qué partido eras te convertías en gente de bien o gente de mal. Lo que valía era cómo eras y cómo te comportabas con el prójimo. Ser honesto, solidario, compañero, respetuoso, responsable, era más importante que ser radicheta o peroncho.
Por lo cual lo poco que escuchaba del comunismo me parecía atractivo. Todos tenían lo mismo (se suponía). Me imaginaba un barrio lleno de casas iguales, con una población que podía comer todos los días y tener el mismo abrigo. En mi ingenua cabecita era casi un mundo ideal. Obviamente con los años me di cuenta que el comunismo no funciona en ninguna parte, aunque sea no de la manera pura, y que lejos estaba de ser como lo imaginaba. Empecé a entender que no estaba bueno que mientras yo trabajara 12 horas por día y otra persona 4 horas tengamos lo mismo. Entonces comencé a apoyar la meritrocracia (como se dice ahora), ya que consideraba más justo que cada uno tuviese lo que se merecía según su esfuerzo. También parecía un mundo ideal pero de nuevo la desilusión.
Luego de pasar, podríamos decir, de un extremo al otro entendí que en realidad lo ideal sería una meritocracia comunista o un comunismo meritocratico, el orden de los factores en este caso no alteraría el producto. ¿Por qué lo llamaría así? Porque la idea comunista sería “la misma oportunidad para todos” y la parte de la meritocracia sería que luego de tener la misma oportunidad cada cual tuviese, según mérito lo que se merece.
Siiii!!! Al final había encontrado la fórmula perfecta, solo faltaba un partido político que la representara. Aún sigo esperándolo, porque ningún cuadro político, ni de los históricos, ni de los fugaces, ni de los últimos que aparecieron planteaban realmente esta idea ¿Por qué? Por imposible.
Para muestra sobra un botón, dice el refrán. La muestra sería: la Universidad Pública. La oportunidad de estudiar para todas las personas. ¿Realmente la misma oportunidad? Podríamos decir que sí, pero si empezamos a rascar la superficie no es como parece. ¿Por qué digo esto? Motivos a enumerar:
1-¿Todos los estudiantes están a la misma distancia de una institución de esa magnitud?
2-¿Todos los estudiantes pueden dedicarse a estudiar la misma cantidad de horas o algunos tienen que trabajar para poder alimentarse, cuidar un familiar enfermo , criar un hijo, lidiar con sus traumas o etc, etc, etc?
3- ¿Todos los estudiantes pueden pagar el boleto de tren, colectivo o subte para llegar a la facultad? Hice un promedio y la mayoría gasta un aproximado de $60.000 en viajes.
4- ¿Todos los estudiantes pueden pagar los apuntes, los libros o los elementos que se solicitan en la clase? Arquitectura y diseño de indumentaria son dos ejemplos de carreras que solicitan mucho material para trabajar en las clases prácticas.
5-¿Todos los estudiantes están igual de descansados y alimentados para poder demostrar su capacidad y su potencial?
NO!!! otra desilusión, imposible combinar esas dos ideas que me habían gustado. Ahora sí me daba cuenta que el mundo no fue, ni es ideal; y por como veo a la gente actuar lejos está de serlo en el futuro. Ante todo porque a nadie le parece preocuparle demasiado el futuro. Todo es HOY y YA. Nada es perfecto ni ideal, porque jamás será como en el mundo de las ideas de Platón. Ni un cuadrado será lo suficientemente perfecto, ni una flor, ni una persona y menos que menos un sistema de gobierno
PERO…. Hay algo muy interesante que descubrí en esa realidad que no encajaba en mis deseos y es que había más comunistas de los que creía y lo peor de todo es que ellos no lo sabían. ¿Cómo me di cuenta? Empecé a observar más detalladamente a las personas que criticaban ciertos modelos de vida o ideologías, los que con desprecio llaman comunista a cualquiera que desee que “el otro”, lo conozca o no, tenga lo mismo que él tiene, a la persona que no teme competir porque está seguro de su capacidad y quiere que miles de personas puedan tener la misma oportunidad de estudiar, al que defiende a una persona con discapacidad, a un niño, a una mujer o a un anciano. En fin a quien no permite que se aprovechen del más débil, sea cuál sea el motivo de su debilidad.
¿Qué descubrí? Para mi sorpresa descubrí que esas personas eran comunistas en la práctica pero aún no se dieron cuenta. Porque mi sentido común me dice que si el comunismo es beneficiarse con el esfuerzo del otro mientras uno no lo hace ergo es comunismo cobrar un aumento de sueldo o gozar de un derecho laboral que se logró con el reclamo de miles de personas que salieron a la calle e hicieron una huelga arriesgándose a que le descontaran el presentismo mientras otros no hacen nada para pedir lo que luego recibirán. O gozar de un derecho que reclama un sindicato al que no aportas y además criticas. ¿Eso no es comunismo? , ¿No hacer merito ni esfuerzo y verte beneficiado igual no es de comunista?
¿No es comunismo evitar pagar impuestos, haciendo maniobras para no declarar todos los ingresos, y enviar a tus hijos a la universidad pública que se sostiene gracias a los impuestos que los demás sí pagan?
¿No es comunismo haber cobrado un ATP, un IFE o una jubilación de ama de casa o utilizar mientras que criticas a quien decidió implementar esas políticas públicas?
¿No es comunismo beneficiarte del esfuerzo de los demás? SI!!! es ser comunista y no saberlo. O quizás es ser hipócrita. Porque todos sabemos bien que los beneficios no vienen como promoción de la alarma que suena a las 6 de la mañana pero preferimos mirar para otro lado. O tal vez seas tan egocéntrico que estes convencido que nos sos ni comunista ni hipócrita sino que VOS te lo mereces porque en el fondo te crees superior. Entonces no sos comunista sos un tremendo NARCISISTA.
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