Astrónomos descubren que las estrellas también pueden morir en una colisión

Un grupo de astrónomos descubrió una nueva forma de morir de una estrella producto de un auténtico choque interestelar, según un estudio publicado en la revista científica Nature y difundido hoy.

“En lugar de un final natural, las estrellas pueden morir en una colisión”, dijo el autor principal del estudio, Andrew Levan, de la universidad de Radboud en Países Bajos.

Normalmente, el destino de una estrella depende de su masa, consignó la agencia de noticias AFP.

En ese sentido, “las estrellas grandes acaban formando una supernova (una explosión gigantesca), y las de masa pequeña, como el Sol, se apagan como una enana blanca”, explicó el astrofísico.

Eventualmente, y siempre en el caso de las estrellas de neutrones pueden fusionarse cuando están en un sistema binario, como un par de objetos que nacen demasiado cerca uno del otro, agregaron.

Según la investigación, en octubre de 2019 se produjo un estallido de rayos gamma de energía colosal, procedente de una galaxia lejana situada rumbo a la constelación de Acuario.

En función de su duración, que va desde menos de dos segundos hasta varios minutos, un evento de este tipo significa, respectivamente, la fusión de dos estrellas de neutrones o la explosión de una gran supernova, explicaron los investigadores.

La ráfaga, bautizada GRB191019, “duró más de un minuto, por lo que pertenecía a la segunda categoría”, aseguraron.

No obstante, los astrónomos no observaron señales de supernova en la galaxia en la que se originó el chorro y que se encuentra a unos 2.000 millones de años luz de la Tierra, detallaron desde la agencia.

Si bien esto no los sorprendió porque se trata de una galaxia “muy antigua” que “ya casi no genera más estrellas”, una larga observación del evento por parte de los investigadores dio la clave del misterio: ocurrió a una distancia “extremadamente cercana” del núcleo de la galaxia, a menos de cien años luz.

El núcleo galáctico “es una región muy densa, que puede contener decenas de millones de estrellas, que pueden colisionar o dispersarse”, explicó Levan.

Sobre todo porque los “objetos compactos” que la pueblan, enanas blancas, estrellas de neutrones y pequeños agujeros negros, están sujetos a la fuerza gravitacional del agujero negro supermasivo, que acecha en el centro de la galaxia, añadió.

Esto llevó al equipo internacional de investigadores a concluir que “los dos objetos celestes cuya colisión provocó el estallido de rayos gamma se formaron en lugares diferentes entre sí y se encontraron en el corazón de la galaxia”.

Tales colisiones, cuya existencia fue asumida solo teóricamente por los astrónomos, pueden ocurrir “de forma rutinaria en este entorno”, pero la observación es “muy difícil” porque los corazones de las galaxias son “regiones llenas de polvo y gas”, concluyeron.

Imagen: https://pixabay.com/