
Mary Toft, una mujer que vivió en el siglo XVIII, se dedicaba a dar a luz conejos ante la incrédula mirada de los sanitarios de la época.
Los médicos se creyeron que estaban ante un caso insólito de la medicina hasta que descubrieron, al examinar a uno de los conejos recién nacidos, que tenía maíz en su estómago.
Poco después descubrieron que la propia Mary introducía a los conejos en su vagina y fingía dar a luz. También lo hizo con órganos de otros animales.