El día en el que perdimos a Mauro Viale

Por Belén Vitale º

En los tiempos de incertidumbre que está atravesando la Argentina frente a la pandemia mundial del COVID-19, la información tiene un valor fundamental. Queremos y necesitamos estar informados todo el tiempo. Circula constantemente, en los medios de comunicación y en las redes sociales de manera vertiginosa, y la realidad se nos presenta minuto a minuto en sus diferentes expresiones, opiniones y puntos de vista.

En nuestro país, además, a la crisis sanitaria se suma la crisis económica y social que atravesamos desde hace algunos años, que nos sumerge en un descontento que nos hace cada vez más difícil el diálogo y la puesta en común de ideas para encontrar soluciones de manera colectiva. Por eso es desafiante la tarea que implica asumir el rol de los comunicadores, y Mauro Viale la emprendió con gran responsabilidad en los últimos tiempos. Mientras emergen en los medios de comunicación las bajadas de línea constantes, los discursos guionados y las opiniones autocomplacientes, se ocupó de preguntar, informar, cuestionar y escuchar a todos. Intentó rescatar, en el medio de tanto caos, el valor de la información y el contraste de ideas.

Quedará en la historia como un día triste más de tantos que ya tuvimos durante esta pandemia, que nos hizo cuestionar todo lo que dimos por sentado a lo largo de nuestra vida, que nos pone a prueba constantemente, que desafía nuestra integridad intelectual y colectiva, que nos tiene tan cansados; el día en que perdimos a Mauro, justo cuando se venía la parte más difícil. Ese día nos levantamos y ya nada era igual, era domingo y no estaba en la radio a la mañana, no estaría a la tarde haciendo su programa de América por su internación, y horas después, finalmente, nos dejaba sin ningún tipo de aviso, despedida o testimonio de su transcurso por la enfermedad.

Nos queda su mensaje de todos los días, sobre este virus impredecible y destructivo: “esto no es joda”, y la experiencia que nos pone en alerta de que todavía falta mucho, para hacerle caso, cuidarnos y cuidar a los que queremos.

º Magister en Análisis Político.

º Integridad Individual y Colectiva.