Árboles a punto de caerse, ramas que cuelgan de un hilo, un tapa casi suelta de un medidor, como es el caso en Plaza Güemes de Avenida 38 y Avenida 19. Una pared que estaba por desplomarse y finalmente se cayó en Diagonal 77 y calle 41. Un palo de teléfono que por ahora le gana a la fuerza de gravedad en el barrio La Loma. Millones de litros de agua potable que se pierden en casi todas las manzanas del casco urbano de la ciudad de La Plata, y Gran La Plata, que sucumben y socavan el terreno.
Todo ocurre en la Capital de la Provincia de Buenos Aires, en La Plata. Cuando una vecina o vecino llama a por un problema suele venir Defensa Civil, cuyo trabajo consiste en verificar lo que ocurre y colocar cintas unas cintas de nylon para que la personas no pasen por el lugar.
Las cintas duran lo que una burbuja de aire permanece bajo el agua. Al rato todo sigue tal cual, con los problemas que eso puede traer, desde una muerte inocente hasta roturas y dolores de cabeza.
Acaba de caerse toda una pared de una edificación abandonada, situada en Diagonal 77 y calle 41 de La Plata.
Ocurrió en una vereda por la que pasan miles de personas cada día, allí una pared gigante sucumbió ocasionando daños a autos estacionados.
Pudo ser una tragedia. Hace algunos meses Defensa Civil había hecho el trabajo de colocar una cinta, como “medida precautoria“. Que obviamente duró apenas unas horas. Eso fue todo lo que ocurrió, hasta hoy.
Estar vivo en esta ciudad es es un milagro diario. Sin prever las consecuencias todo depende de la suerte.
Fotografías: Martín Zuccato.