¿Saben algo sobre los ovnis en el Cerro Uritorco?

El observador errante –

Van transcurriendo los días, las semanas, en fin, el tiempo y lo que llaman vida va según la vemos…

Unos con optimismo, otros con pesimismo y otros como diría Juan Carlos Altavista “SE IGUAL”.

En lugar de hurgar en nuestro interior cuáles son las causas del devenir, buscamos encontrar los “culpables” de la situación.

Es lo que -justamente- necesitan los que tienen el poder, para seguir teniéndolo, que todos seamos los culpables de todo, y, por tanto un poquito enemigos del prójimo. Excelente procedimiento para quien nos estudia y nos conoce más que nosotros mismos y sabe que recelamos de todos, menos de nosotros mismos.

Es que para el poder, que todos seamos culpables es el pincipio de inculpabilidad que los protege.

Porque, reitero, cuando “todos somos algo”, en realidad nadie lo es, y en la muchedumbre los mercenarios y protagonistas pasan desapercibidos.

Y, somos tan predecibles que aún quienes nos “gobiernan” y que son parte de nosotros, y, por tanto nosostros; nos convencen que emitir un sufragio eligiendo algun/os candidato/s nos hace vivir en DEMOCRACIA.

Hubo un período de la historia (demasiado corto por cierto) en el que se legisló para el bien común y el orden.

Pasando ese relámpago de lucidez, desde que se tenga memoria se legisla para la runfla, para la gilada, para los que creemos o hacemos creer que creemos para que no nos desaparezcan, nos torturen, nos roben o nos maten.

Ahora mismo, por ejemplo, se va a legislar sobre el contenido porcentual de palos y hierbas, de la Yerba Mate.

¿Cómo les digo a nuestros legisladores que somos capaces de distinguir al menos eso?

¿Cómo le digo a nuestro gobierno que ordene que en las publicidades -sobre todo de supermercados- que se indiquen en forma clara e inconfundible el precio final de venta de un producto, su peso y su fecha de vencimiento?

¿Cómo les explico que están permitiendo y aún incentivando la estafa al consumidor cuando las ofertas son, dos por uno, o, setenta % de descuento en la segunda unidad sin aclarar que si llevás tres volvés a pagar el 100% en el tercero?. Cuando la oferta es en “productos seleccionados”, o combos de alimentos frescos donde algunos de las componentes vencen de inmediato.

¿Cómo comprender que si voy sin el cinturón de seguridad puesto debo pagar multas abultadas, pero pago peajes en rutas destruídas por el tiempo y nos matamos en ellas sin que haya un culpable?

¿Cómo comprender que debemos hacer anualmente la VTV de nuestros vehículos casi nuevos, mientras que por doquier circulan unidades destrozadas, sin luces, sin cubiertas sanas, incluyendo en esas unidades las unidades oficiales (policías, ministerios, direcciones)?

Y los medios masivos, cómplices naturales de los atropellos, nos distraen con discusiones banales, con lenguajes elegantes o groseros, cuando no ininteligibles.

Cuando debemos escuchar una y otra vez los insultos y embarazos de los nadies, ver repetidamente escenas “amarillas”, y la “resucitación” milagrosa de casos históricos resueltos o no del crimen local e internacional, si eso sirve para ocultar el grave acontecer actual y sus consecuencias.

Legislan sobre la vida y la muerte (eutanasia o aborto) como si fueran deidades a la que sus acólitos de uno y otro lado incentivan cual partidos de fútbol.

Tan vulgares e ignorantes somos, que “sabemos” los resultados de cada mesa de los Estados Unidos, y, desconocemos quién es quién en nuestras legislaturas, sus trabajos, sus proyectos, sus horarios.

También debemos saber que tienen fueros y nos hacen creer que esos fueros los protegen del delito común por el que nosotros iríamos presos sin mayor trascendencia.

Después de esto estoy absolutamente convencido que en lugar de revolver entre la reaildad, es mejor sumergirse en la virtualidad de las redes sociales y las Play Stations.

A propósito, ¿Saben algo sobre los ovnis en el Cerro Uritorco?