Temperaturas más cálidas que la media y menores precipitaciones en distintas provincias son parte de los fenómenos esperables durante los próximos tres meses en Argentina según el pronóstico difundido por el Servicio Meteorológico Nacional.
El reporte advirtió, además, sobre la probabilidad de que la primavera dé paso a una fase fría, conocida como el fenómeno de La Niña que complique la situación de las cuencas que sufren sequías.
El organismo informó, a través de un comunicado, que para los meses comprendidos entre agosto y octubre de 2021 se observa una mayor probabilidad de que la temperatura media sea, en promedio, más cálida en gran parte del país.
Las provincias con las mayores probabilidades de esta categoría (45%-50%) son San Luis, Córdoba, San Juan, Mendoza, Tierra del Fuego y todo el este patagónico. Por otro lado, para La Pampa, Santa Fe, Entre Ríos Santiago del Estero, Chaco, Formosa, oeste de Salta, oeste de Buenos Aires y el oeste patagónico se espera un trimestre de normal a superior de lo normal (40%-45%).
El resto de Argentina, que incluye las provincias de NEA, NOA y el este de Buenos Aires, tienen una mayor probabilidad de que los próximos meses se presenten, en promedio, con valores de temperatura típicos de esta época del año; mientras que sobre el centro y norte del país la amplitud térmica podría ser superior a la normal, con una mayor probabilidad de ocurrencia de temperaturas mínimas extremas.
Las lluvias
El pronóstico de precipitación muestra que el este bonaerense es la zona con mayores probabilidades (50%-55%) de tener un trimestre con menos lluvias que las habituales para la época; algo similar se espera en Entre Ríos, donde la probabilidad de esa categoría está entre el 45% y 50%.
En el resto del país se espera que, en promedio, las precipitaciones de los próximos 90 días sean de normal a inferior a lo normal; las excepciones son el sur de Santa Cruz, Tierra del Fuego, La Pampa y el oeste de Buenos Aires, donde se espera que el trimestre tenga lluvias normales, y las provincias del NOA, que continúan en la estación seca.
Las posibilidades de desarrollo de una nueva fase fría (La Niña) tienden a aumentar a partir de la primavera; el SMN señaló que frente a este contexto, es fundamental el monitoreo y actualización de este fenómeno y de sus pronósticos por la relación entre las fases del fenómeno y la precipitación en las regiones que hoy experimentan graves sequías, como la Cuenca del Plata.
Dado que La Niña está asociada a condiciones secas en ese área, su eventual desarrollo podría agravar aún más la situación.
Lo más característico del mes de julio fueron las temperaturas anómalamente altas que se registraron en la Patagonia, a pesar de estar en pleno invierno.
En promedio, fueron entre 2 y 4 grados por encima de lo normal para la época. Además, la ciudad de Esquel registró la temperatura más alta para un mes de julio, con 19.8 grados, durante el día 29.
Por otro lado, una gran amplitud térmica dominó casi todo el centro y norte del país, con predominio de temperaturas mínimas por debajo de lo normal y temperaturas máximas por encima de la media.
En cuanto a eventos de menor escala, se destacó la única irrupción de aire muy frío del mes durante los últimos días de julio, que causó un abrupto descenso térmico que afectó mayormente al norte argentino, y provocó heladas intensas, récord de frío en las provincias de Formosa, Chaco y Corrientes, y nevadas históricas reportadas por los medios sobre el sur de Brasil.
En cuanto a las precipitaciones, julio tuvo un déficit de lluvias en gran parte del país, que agravaron las condiciones de sequía sobre el norte del Litoral y noroeste de la Patagonia.