Panorama mundial en el contexto de los casos de coronavirus

En el plano global, los países que apoyan suspender temporalmente las patentes de las vacunas contra el coronavirus y los que lo rechazan mantuvieron sus diferencias, en una reunión informal que se realizó en la Organización Mundial del Comercio (OMC), pero acordaron mantener encuentros semanales en busca de un consenso.

Sobre la mesa de discusiones hay dos propuestas: la presentada por Sudáfrica e India en octubre del año pasado y respaldada por más de 110 países, entre ellos Argentina, que exige levantar por “al menos tres años” los derechos de propiedad intelectual sobre los inmunizantes y tratamientos contra la Covid 19.

La otra iniciativa es impulsada por la Unión Europea (UE) y elevada el 4 de junio pasado que se basa en un acuerdo multilateral que incluya “precios asequibles” de las vacunas a los países que más lo necesiten y facilitar “el uso de licencias obligatorias”, lo que permitiría que más laboratorios desarrollen fármacos genéricos a cambio del pago de un canon a aquellos que poseen las patentes.

Por su parte, el papa Francisco pidió “garantizar que la asistencia social llegue a la economía informal” golpeada por los efectos del coronavirus, al tiempo que lamentó el “aumento” de la pobreza y el desempleo por la falta de medidas a nivel mundial durante la pandemia.

“Estamos llamados a dar prioridad a nuestra respuesta hacia los trabajadores que se encuentran en los márgenes del mundo del trabajo y que todavía se ven afectados por la pandemia del Covid-19”, planteó el pontífice en un videomensaje enviado a la 109 Conferencia Internacional del Trabajo de la OIT.

Francisco agregó: “La falta de medidas de protección social frente al impacto de la Covid-19 ha provocado un aumento de la pobreza, el desempleo, el subempleo, el incremento de la informalidad del trabajo, el retraso en la incorporación de los jóvenes al mercado laboral, que esto es muy grave, el aumento del trabajo infantil, más grave aún, la vulnerabilidad al tráfico de personas, la inseguridad alimentaria y una mayor exposición a la infección entre poblaciones como los enfermos y los ancianos”.

En el marco de la preocupación global por la variante “Delta” del coronavirus, que se asocia a más transmisibilidad, desarrollo de casos más severos y a una evasión de la respuesta inmune generada por las vacunas, los desarrolladores de la Sputnik V anunciaron que ofrecerán a otros fabricantes de inmunizantes “una vacuna de refuerzo, ajustada para trabajar” contra dicha cepa, detectada por primera vez en India.

El pasado martes el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) informó que la Sputnik V es “la más eficiente contra la variante Delta”, según un estudio presentado por el Centro Gamaleya, desarrollador de la vacuna, para su publicación en una revista internacional y revisado por pares.

A su vez, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que la pandemia

continúa su tendencia al alza en África y se acerca al pico de contagios registrado en julio de 2020, cuando llegaron a superarse los 120.000 casos a la semana.

Países como República Democrática del Congo, Namibia y Uganda están ya en niveles sin precedentes y, según la directora de la OMS para África, Matshidiso Moeti, todo apunta a que el continente está “en mitad de una tercera ola en toda regla”.