El presidente de China, Xi Jinping, elogió hoy la gestión del coronavirus llevada a cabo por las autoridades de su país y su política de “cero Covid”, fundamentada principalmente en la realización de test en masa, a pesar del fuerte brote que atraviesa actualmente la ciudad de Shanghai.
Hasta marzo pasado China mantuvo la cifra de casos a un nivel bajo debido a las cuarentenas localizadas en determinadas zonas y la realización de test, pero en las última semanas estalló un fuerte brote en su centro económico, que se prepara para disponer de unas 130.000 camas para los pacientes de coronavirus.
Las autoridades locales informaron que en el último día se registraron unos 21.000 casos nuevos, aunque la mayoría asintomáticos, informó la agencia de noticias Europa Press.
Pese a ello, Xi destacó la respuesta dada por el país a la pandemia.
“Algunos atletas extranjeros nos han comentado que si hubiera una medalla de oro para premiar la respuesta a la pandemia esa sería entregada a China”, dijo el mandatario durante una ceremonia en honor a los atletas olímpicos.
Actualmente hay cerca de 25 millones de personas en Shanghai bajo confinamiento desde la semana pasada, lo que llevó a parte de la población a quejarse de la escasez de alimentos.
Sin embargo, Beijing sigue ciñéndose estrictamente a la estrategia de “tolerancia cero” con el virus y está determinado a “aplastar el brote” en la ciudad, para lo cual envió más de 38.000 trabajadores y 2.000 militares a la zona.
Las autoridades anunciaron a principios de esta semana su decisión de prorrogar de forma indefinida el confinamiento decretado por el repunte de los casos, tras realizar pruebas a los 26 millones de habitantes de Shangai.
El confinamiento en la la ciudad, la capital económica del país con un PIB equivalente al de Polonia y principal puerto de contenedores del mundo, perturba la economía china y amenaza las cadenas de aprovisionamiento de todo el mundo.
Miles de camiones están varados, ya que los conductores que entran a la ciudad deben guardar una cuarentena de dos semanas para salir.
La falta de camioneros repercute sobre la actividad del puerto, aunque las autoridades afirman que por ahora hay menos de una decena de barcos por día esperando poder atracar.
La vicepresidenta de la Cámara de Comercio de la Unión Europea en Shanghai, Bettina Schön-Behanzin, dijo que los volúmenes de actividad bajaron en un 40% en una semana en el puerto.
El efecto comienza a sentirse por toda China, donde los retrasos de entrega se multiplican en las plataformas de comercio por internet, especialmente para los productos importados. Algunas industrias se ven obligadas a encontrar nuevos proveedores.
Este impacto podría sentirse también a nivel internacional ya que Shanghai representa un 17% del tonelaje marítimo chino y cualquier perturbación va a desacelerar el comercio del mayor exportador de mercancías del mundo.
La pandemia también podría afectar los objetivos de crecimiento del Gobierno chino que esperaba una expansión de 5,5% este año, la cifra más baja en 30 años.