El premiado cineasta estadounidense Adam McKay estrena a través de la plataforma Netflix “No miren arriba”, filme de humor negro que, a través de los protagónicos de Leonardo DiCaprio y Jennifer Lawrence en los roles de dos astrónomos de bajo perfil que descubren un asteroide que se dirige a la Tierra con consecuencias fatales para la humanidad, esboza una inteligente crítica social y política sobre los fenómenos negacionistas contemporáneos.
McKay, reconocido por su trabajo como director en “La gran apuesta” (2015) -que le valió un Oscar a Mejor guion adaptado- y “El vicepresidente: Más allá del poder” (2018), suma un nuevo título a una trayectoria reciente caracterizada por la lente tragicómica con la que elige mirar y desmontar eventos y figuras de la política de su país que orbitan la corrupción, las crisis y la infamia.
Es que así como en la peculiar “La gran apuesta” explica los entretelones de la profunda crisis financiera del 2008 y en “El vicepresidente…” ofrece un retrato -encarnado por un genial Christian Bale– del repudiado Dick Cheney, en esta oportunidad el realizador se sitúa en un terreno muy contemporáneo que apunta contra el exceso de escepticismo y el estilo “trumpista” de ejercer el poder.