El papa Francisco aseguró que los naufragios de embarcaciones con migrantes en el Mediterráneo, por los que casi 2.000 personas murieron en lo que va del año, “son una herida abierta” para la humanidad.
“Otro trágico naufragio pasó hace unos días en el Mediterráneo. 41 personas perdieron la vida. Recé por ellos”, lamentó el pontífice al recitar este domingo la oración del Ángelus desde el Vaticano, al referirse a la muerte esta semana de un grupo de migrantes que había salido desde Túnez.
“Con dolor y vergüenza debemos decir que desde el inicio del año casi 2.000 hombres, mujeres y niños murieron en este mar buscando llegar a Europa. Es una herida abierta en nuestra humanidad”, lamentó el Papa.
En ese marco, el pontífice dio su apoyo a “los esfuerzos políticos y diplomáticos que buscan sanarla en un espíritu de solidaridad y fraternidad”.
En su mensaje de este domingo, el Papa destacó también “el esfuerzo de todos los que buscan prevenir los naufragios y socorren a los navegantes”.
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