Por Hugo Mársico * –
En lo personal una de las mejores estaciones para dedicarle a la lectura de libros es el verano, que, lamentablemente, va llegando a su fin, al menos en el calendario, veremos lo que acontece con el clima. Esto me ocurre debido a que es cuando uno se relaja un poco más y puede dedicarse a las cosas que le causan felicidad, sl menos para mi, como estar al aire libre, junto a la naturaleza y, en mi caso, abocarme a leer libros, siempre de papel, tratando de disminuir la utilización de tecnología en las comunicaciones. Durante el resto del año estoy concentrado en las distintas actividades que desarrollo y, si bien dedico un tiempo del día para leer, lo siento mucho menos productivo, debido a que es menor la disponibilidad horaria, con más tecnología en el medio, y cuesta la concentración. Y este verano 2025 no fue la excepción. Tuve la oportunidad de tener unos hermosos días de playa en el Partido de la Costa, donde llevé un bolso de ropa y otro de libros, así de literal, y luego proseguí, y aún lo hago, en el verde fondo de mi casa en Olmos, en los momentos libres. Cada libro me transporta a una historia, haciéndome olvidar de las problemáticas diarias, causándome un verdadero placer. Sinceramente me enganché mucho y la lectura y relectura fue muy intensa, y muy variada, desde consagrados como García Márquez, Borges, Han Kang -la flamante Premio Nobel de Literatura 2024, de Corea del Sur-, Dante Alighieri, Kafka, Poe, Joaquín V González, Marechal; pero también me dediqué mucho a las auroras y autores de La Plata, que hay muchos y muy talentosos, tanto en los géneros novela, cuento y poesía.
Los libros leídos
Realmente han sido tantas las lecturas que, por una cuestión de espacio en la nota, no voy a realizar un análisis de cada uno, pero si deseo mencionar los nombres y los autores. En Agosto Nos Vemos, la obra póstuma de Gabriel Garcíá Marquez, y del mismo autor Historia de Mis Putas Tristes, que fuera su última obra en vida; Historia Universal de la Infamia, de Jorge Luis Borges; La Clase de Griego, de Han Kang; Divina Comedia Paraiso I, Dante Alighieri; Berenice y otras mujeres misteriosas, de Edgar Allan Poe; La Metamorfosis, de Franz Kafka; De Amor y de Sombra, de Isabel Allende; Antígona Vélez, de Leopoldo Marechal; Fábulas Narrativas, de Jaquin V. González. Con relación a los autores locales, leí los siguientes textos: Poesía: Ciudad Platónica, de Rafael Felipe Oteriño; Días de Aceite y Agua, de Guillermo Eduardo Pilía; Pasajero de la Vida, de Alejandro Vaccaro; La Casa del Ahorcado, de Horacio Castillo; Los Poetas en sus Voces, María Minellono; Resiliencia, Gustavo Navarro; Amar en Poesías, Natalia Principi; Desde el Origen, de Jorge Zanzio; Habitante del Tiempo Donde no hubo Abril, de Angel Mario Maldonado. Narrativa: Corazón Pynandí, de Natalia Di Virgilio; Volví para Amarte, Gabriela Romero; De Cadete a Canadá, de María Belén Tassi; Rebelión y Talento, Elvira Martha Yorio; Un Pozo, Guillermo Cavia; Convulsionados, Selva Angelica Simón; Juan Vucetich, de Juan Pablo Caparra; Apuntes sobre Espacios Platenses, de Roberto Abrodos; El Jardín de la Infancia, María Alvárez; Ciudad y Necrópolis, las Huellas de la Masoneria en La Plata, Cristina Espinosa. Personajes: Criaturas Intensas, de María Paula Díaz. Dramaturgía: Entre luces y Sombras, de Cristina Demo y Omar Musa; entre otros. Para finalizar esta columna, que tiene que ver con el placer de leer, les dejo tres frases sobre la lectura y libros, de tres grandes de la literatura. “El que lee mucho y anda mucho ve mucho y sabe mucho». Miguel de Cervantes. “Hay quienes no pueden imaginar un mundo sin pájaros; hay quienes no pueden imaginar un mundo sin agua; en lo que a mí se refiere, soy incapaz de imaginar un mundo sin libros». Jorge Luis Borges. “Los libros van siendo el único lugar de la casa donde todavía se puede estar tranquilo». Julio Cortázar.
*Escritor y Periodista.
Fotografías: Hugo Mársico.
