Por Guillermo Cavia –
Desde el año 2017, cada 31 de octubre los centros de investigación astronómica y observatorios de todo el mundo celebran el Día Internacional de la Materia Oscura con diversas actividades artísticas y de divulgación. Esa materia que no es ordinaria y está hecha de algo desconocido ocupa aproximadamente el 85% de la componente del universo. No emite ningún tipo de radiación electromagnética (como la luz). Es completamente transparente y su existencia se puede inferir a partir de sus efectos gravitacionales en la materia, como las estrellas o las galaxias, como si las contuviera. También se sabe que la materia oscura desempeña un papel central en la formación de estructuras y la evolución de galaxias. Incluso sin la existencia de esa materia desconocida, no habría posibilidad de la existencia. En el diccionario de la lengua española Dios es definido como el “ser supremo que en las religiones monoteístas es considerado hacedor del universo”. Quizás la “materia oscura” debiera haber adquirido otro nombre para la ciencia: “la energía invisible” que lo posibilitó todo.
Será porque se acuñó la bella frase “lo esencial es invisible a los ojos” en el libro “El Principito”, que las mujeres y hombres de la ciencia aún no han podido determinar qué hay escondido en el Universo conocido. Tienen la certeza que allí y aquí mismo, incluso mientras escribo esta columna, hay algo que nos está atravesando, pero no se sabe qué es, por lo que se constituye en uno de los problemas más intrigantes de la ciencia aplicada. Si bien se puede explicar el origen y la evolución del Universo, con teorías físicas probadas y absolutamente fiables, hay una naturaleza que se desconoce. Se trata de una energía que no se puede ver, ni tocar, que es poderosa y que además hasta podría decirse contiene al Universo en su totalidad, algo que está más allá de lo que se puede explicar, como si el fin de la respuesta científica fuera el principio de una discusión filosófica acerca de Dios: es la materia oscura.
El Planetario de la ciudad de La Plata es parte de la Secretaría de Extensión de la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la Universidad Nacional de La Plata. Se encuentra ubicado en el Bosque de la ciudad, si el lector lo conoce seguramente se habrá maravillado al visitarlo y si no lo conoce, es una recomendación que lo haga, porque se trata de una experiencia que se torna inolvidable. Como hacer un viaje al espacio para deslumbrarse con una realidad posible en otra dimensión. Todo desde una confortable butaca, con la certeza de encontrar un desplazamiento de altísimo impacto sensorial, donde además, todo está dispuesto de manera que quienes observan los acontecimientos queden sumergidos en una especie de magia. Otro mundo al alcance de todos y a la vuelta de casa.
El Planetario de la Universidad Nacional de la Plata se suma siempre a ese evento mundial, la última vez, con la proyección del show fulldome “Fantasma del Universo” y una charla sobre “El lado oscuro del universo” a cargo de la Dra. Claudia Scóccola (Profesora adjunta de la FCAG-UNLP, Investigadora Adjunta CONICET). Explicó que existen componentes de materia y energía cuya naturaleza desconocemos. No sabemos de qué están hechos, y por lo tanto, para ponerle un nombre se lo denominó “materia oscura”. Hay enormes esfuerzos en todo el planeta que están siendo dedicados a descubrir más acerca de esos componentes, los hacen desde el plano teórico, como desde las observaciones. Si bien el conocimiento acerca de nuestro Universo es muy amplio, cuando se vislumbra la materia oscura, ese conocimiento encuentra una limitación. Cada uno puede encontrar la suya. Para mí es la semilla de la creación. Es el principio de todo. Es quizás lo que siempre denominamos Dios.
