Internos escribieron, editaron y publicaron un libro

Guillermo está preso en la Unidad 9 La Plata y cuenta que, cuando era chico, no tuvo la oportunidad de que alguien le regalara un libro. En la previa de las fiestas, decidió que niños y niñas de la ciudad de La Plata no lleven la huella de aquella carencia que a él lo marcó y se puso al frente de la redacción y la edición de la obra literaria “El tesoro perdido”, que se entregó la semana pasada al comedor “Siempre los Niños” de Villa Elvira, en la capital provincial.

Dentro del espacio que forma parte del programa “Pabellones Literarios para la Libertad”, 40 hombres que se capacitan en el taller de literatura y lectoescritura “Mentes Libres” emprendieron el proyecto que Guillermo ideó.

El tallerista e integrante de la Pastoral Carcelaria platense, Sebastián Iaconis, los guió en el proceso, junto a su compañero Cumén Putigna, y contó: “Nunca les digo qué hay que hacer. Me gusta que las cosas nazcan de ellos, de sus conocimientos. Yo estoy para acompañarlos e impulsarlos a que las hagan. Cuando me plantearon la idea del libro infantil, les acerqué material sobre el género, teorías y textos con moralejas”.  

Finalmente, 80 fueron los ejemplares que se diagramaron en computadoras del establecimiento carcelario perteneciente al Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) y que se imprimieron en un negocio local de encuadernaciones, gracias al aporte voluntario de los suscriptores del canal de YouTube que tiene Iaconis. Mientras que 40 llegaron a manos de los chicos que cada día van en busca de una vianda, la mitad restante quedó en posesión de los internos, para que los repartan entre los niños y niñas de sus familias.

El texto, que promueve valores como la solidaridad, a través de cuentos y dibujos, exhibe un prólogo de Roberto Conti, juez del Tribunal Oral en lo Criminal N°7 de Lomas de Zamora que impulsa los pabellones literarios en las cárceles, en conjunto con el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Provincia y la Capellanía General del SPB.

El libro contiene 14 cuentos: “La Princesa Azul y sus aventuras en el bosque”, “El hermoso cielo de Franchesca”, “Luis el monito y su mejor amigo Jalvin la ardilla”, “Dos gatos y un ratón”, “Dakel y el Bosque Fantástico”, “El zorro Mateo”, “Los niños y el bosque”, “El capitán y su aventura fantástica”, “Hoy por ti, mañana por mí”, “El deseo del loro Lingo”, “La granja de Willy”, “Amor eterno”, “El caballo blanco del carrusel” y “El mundo de nunca jamás”.

Conti también participó de la entrega al comedor, acompañado por la asesora del ministro de Justicia bonaerense, Julia Lescano, el capellán general del SPB, Carlos Pont Gasqués, y el agente de Capellanía, Nicolás Macía Benítez, la jefa del departamento Cultura del SPB, Gabriela Ríos, el capellán de la Unidad 9, Julio Espinoza y los talleristas Sebastián Iaconis, Cumén Putigna y Valeria Gettar.

Guillermo, que no pudo estar en la donación, admitió que se siente “contento” con la materialización de su deseo, pero aún más sabiendo que alegró a quienes lo recibieron.

Mientras cumple su condena, recordó que comenzó a vincularse con la literatura y la filosofía estando preso en la Unidad 23 Florencio Varela y dijo: “Siempre quise hacer algo para los chicos que no tienen la oportunidad de tener un libro. En mi experiencia, cuando me acerqué a la lectura, todo me gustaba, porque era algo nuevo. Lo malo, ya lo conocía. Así fue que se me vino a la mente la necesidad de aprender de lo positivo, lo que nunca supe por circunstancias de la vida”.

El promotor de “El tesoro perdido”, que culminó la secundaria en contexto de encierro y cursa el primer año de la Licenciatura en Sociología en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), reveló: “Leyendo a Borges, a Stephen King, a Coelho, o a filósofos como Descartes, Kant, Hegel y Marx, entendí que lo que tenía atrás no era vida. Estaba en una burbuja, en un cuento de hadas, pero terrorífico”.

En la actualidad el Programa Pabellones Literarios para la Libertad se extiende a 46 establecimientos penitenciarios de la Provincia a través de 80 pabellones con 3.853 internos participantes y la colaboración de más de 150 talleristas.