Por Anngiels Grigera Moreno –
Hay amores que nacen en silencio
como los fantasmas, como las flores marchitas.
Hay amores mudos, que no cantan
como las campanas, ni silban
como las gotas de lluvia sobre los cristales.
Hay amores que solo hablan con los ojos
y sonríen con las lágrimas,
que se comunican con un guiño
pero nunca pronuncian palabras bonitas.
Pero hay amores que nacen con voz propia,
cantan como una calandria desde el primer momento
hablan coloreando cada palabra como las rosas;
ríen como las mariposas,
y son tan alegres como los ángeles.
Esos amores se dicen secretos al oído
bailan al compás de la música de la noche
se iluminan de estrellas y auroras
se adornan con tiaras de rayo de lunas
y son tan resplandecientes como soles,
los otros amores sienten envidia
y se oscurecen frente a ellos.