Este es conocido como uno de los momentos más increíbles de la medicina.
En 1922, en la Universidad de Toronto, los científicos fueron a la sala de un hospital con niños que estaban en coma y morían de cetoacidosis diabética.
Ese lugar en ese momento era una una habitación llena de padres sentados junto a la cama esperando la inevitable muerte de su hijo.
Los científicos fueron de cama en cama e inyectaron a los niños el nuevo extracto purificado: la insulina.
Cuando comenzaron a inyectar al último niño en coma, el primer niño inyectado comenzó a despertar.
Uno a uno, todos los niños despertaron del coma diabético.
Una habitación de muerte y tristeza, se convirtió en un lugar de alegría y esperanza.
Frederick Banting y Charles Best fueron los investigadores canadienses que descubrieron la insulina en 1921.
Banting era un cirujano y Best un estudiante de medicina.