Por Guillermo Cavia –
A mano alzada y sin debate, los legisladores incrementaron sus dietas en plena sesión del Senado de la Nación.
Era algo que sabían desde la primera hora del jueves y que había ocupado reuniones reservadas para determinar el aumento de dietas en el “honorable” Senado de la Nación.
En bruto cada uno cobrará algo más de $ 7.000.000 (siete millones de pesos) y con los descuentos estarán entre los $ 5.000.000 (cinco millones de pesos) y los 4.000.000 (cuatro millones de peso).
Son legisladores del mismo país donde un persona que está jubilada con la mínima cobra $171.217 (Ciento setenta y un mil doscientos diecisiete pesos) y que además, se la pagan en dos veces. ¿No les da vergüenza?
¿No les da vergüenza? Les vuelvo a preguntar a quienes están en el Senado de la Nación: ¿No les da vergüenza? ¿No les da un poco de vergüenza?
La mayoría de la clase política, al igual que algunos gremialista y empresarios tiene sueldos siderales en comparación con el ciudadano común de Argentina. Pero además de ser así, quienes están en el Senado tienen el valor inmoral de elevarse esos sueldos, que además pagamos los ciudadanos.
¿A quién representa esa gente? ¿Representan a los ciudadanos o se representan a ellos mismos? ¿Cómo puede un político de esa calaña saber lo que un ciudadano común necesita? ¿En qué realidad viven?
En Suecia un político no pueden tener asesores. Tampoco tienen inmunidad parlamentaria porque es un concepto que no existe en el país. Además el salario bruto de un diputado del Parlamento sueco equivale a menos del doble de lo que gana un profesor de primaria en Suecia.
Ningún diputado tiene el privilegio de aumentarse el salario, porque en Suecia, los salarios de los parlamentarios los determina un comité autónomo, formado por el presidente y dos representantes públicos nombrado por la Mesa Directiva del Parlamento.
Me pregunto por qué en Argentina, en medio de lo que simula ser la era de todos los cambios en el Gobierno del actual Presidente Milei, no propone en su carpeta de leyes, una idea como la de Suecia.
No tienen vergüenza.
Los senadores al igual que suelen hacerlo quienes no quieren andar por el buen camino, por el lado de la solución, que hasta perece rozan un sentir de delincuencia, aprovecharon el final de la sesión de este jueves, como escondidos, para tratar un proyecto de resolución sobre tablas y aprobaron un aumento de sus dietas.
Lo hicieron a mano alzada y sin debate, y los sueldos en mano pasarían a partir de junio próximo de $1,7 millones a más de $4 millones. ¿No les da vergüenza?
Los legisladores además, evitaron que se involucrara en el asunto la vicepresidente y titular del Cuerpo, Victoria Villarruel.
No olvidemos que algunas semanas atrás, una suba en base a una resolución conjunta del Senado, presidido por Villarruel con su par de Diputados, Martín Menem, tuvo que retrotraerse.
Ahora, los senadores actuaron por su cuenta, en una medida que no fue acompañada por el oficialismo. Una medida que habla a las claras que en la Cámara de Senadores de Argentina no tienen vergüenza.
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